No es la primera tarta de mousse que hago y espero que tampoco sea la última, pues es mucho lo que les gusta a los míos y me encanta complacer les con esas cosas que yo se que les gustan. Siempre intento hacerla un poco mejor que la última. En este caso a la última que hice a la mousse le puse 3 hojas de gelatina y para mi gusto pensé que con una lamina más quedaría perfecta, por eso esta vez así lo he hecho y la verdad es que la he mejorado. Después le he querido dar una terminación más profesional, más brillante y viendo la que hizo Ettore que me gustó, así la he hecho, aumentándole un poco más las cantidades del glaseado ya que la suya iba sobre un molde de 14 centímetros y la mía la he elaborado con un molde de 20 centímetros. Espero que os guste.
Para la mousse:2 brick de nata de 200 ml cada uno250 de chocolate negro (57% de cacao)3 huevos100 g de leche100 g de azúcar4 laminas de gelatina
Para la base de bizcocho: 1 huevos 25g de azúcar 25g de harina
Para el glaseado de chocolate brillante:
180 ml Nata (35 % materia grasa)
270g Azúcar blanquilla
218 ml Agua mineral de botella
90 g. Cacao en polvo
9 g de hojas Gelatina neutra (NO son 9 hojas)
Base de bizcocho en microondas:
1-Ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar y los huevos, programamos 6 minutos, 37º, velocidad 3 1/2. 2-Quitamos la temperatura y programamos 6 minutos más a la misma velocidad3-Añadimos la harina y programamos 10 segundos a velocidad 2 14-Terminamos de envolver suavemente con la espátula5-Engrasamos un recipiente apto para microondas ( he utilizado un molde de silicona de 22 cm., ya que debe de ser de mayor tamaño que el molde que utilizaremos para la mousse, lo que sobre lo cortamos con este mismo molde) y ponerlo con la masa dentro. Programamos 2 minutos en el microondas a 1000W de potencia. Una vez finalizado el tiempo, se saca del microondas y se coloca sobre una rejilla para que se enfríe y colocamos en la base de un molde de 20 centímetros de diámetro cortando con el mismo molde lo que nos sobre de bizcocho y reservamos Mousse de chocolate:Ponemos en un cuenco de agua fría las hojas de gelatina para que se hidraten.Separamos las claras de las yemas, colocando estas últimas en el vaso, junto con la leche y el azúcar programamos temp.80º 6 minutos, vel.4Escurrimos las hojas de gelatina y se la añadimos a la crema, junto con el chocolate troceado que estará aún caliente para que se derrita y lo batimos 30 segundos. Reservamos.Montamos las claras a punto de nieve, con una pizca de sal utilizando para ello la batidora de varillas. Reservamos.Montamos la nata, que nos quede semi montada.Ahora que la crema de chocolate nos ha bajado de temperatura, mezclamos con la nata con movimientos envolventes y na vez quede bien mezclado hacemos lo mismo con las claras montadas; vamos mezclando con movimientos envolventes procurando que no nos baje la mousse.En el molde que hemos reservado con la base del bizcocho, introducimos la mousse y igualamos con una paleta toda la superficie, dejando una superficie lisa y dejamos en el frigo hasta que nos cuaje un poco, (una media hora) y a continuación lo pasamos a la parte del congelador, pues nos será más fácil de desmoldar una vez este congelado. Lo dejamos de un día para otro.
Glaseado de chocolate brillante: Empezamos poniendo la gelatina en agua muy fría, suficiente para que cubra y se hidrate.Por otro lado, en un cazo hervimos la nata líquida con el azúcar y el agua. Añadimos a continuación el cacao en polvo y cocemos hasta los 103º C. Nos ayudamos de un termómetro. (importantísimo respetar las temperaturas)Retiramos del fuego y dejamos enfriar a 60º C. En este momento añadimos la gelatina bien escurrida, removemos hasta que se disuelva completamente. Dejamos reposar para que se enfrié. Utilizar a 35º C.Montaje de la tarta:
Sacamos la tarta del congelador y la desmoldamos. La colocamos sobre una rejilla con un recipiente debajo, para recoger el glaseado que caiga. Disponemos de nuestro glaseado de chocolate brillante a 35º C y bañamos la tarta, con la ayuda de una paleta ancha, pasamos la tarta al plato donde la queremos presentar. Reservamos en la nevera para que el glaseado se asiente y luego más tarde, la decoramos al gusto.