¡Buenas noches!
Antes que nada, espero que hayáis pasado el fin de semana más amoroso del año disfrutando del cariño y el amor de todos vuestros seres queridos.
Sí, ya sé que fue ayer y que debería haber publicado esta receta en ese momento, pero no pude hacerlo debido a dos razones.
La primera es que no la había catado y no me gusta compartir recetas con vosotros que no tienen mi aprobación. No solo visual, sino también en lo que a sabor se refiere.
Y la segunda es que esta tarta fue un regalo para mi Jesús y no quería fastidiarle la sorpresa, ya que es el más fiel seguidor de mi blog :D
En mi caso nunca me he vuelto loca pensando en regalos para mi novio o cenas románticas en este día.
No lo he hecho porque bajo mi punto de vista, el cariño y el amor se demuestran a diario y un detalle lo puedes tener siempre, no solo en San Valentín.
Sin embargo, dada mi ya no tan reciente afición a la repostería, decidí hacerle ésta tarta que siempre va a ser mejor que cualquier regalo comprado (según mi opinión :D).
Soltado todo este rollo, os cuento que esta tarta tiene mi aprobación al 100%. Se la vi hacer a Alma en el nuevo programa que tiene en Canal Cocina (que si no habéis visto ya, deberíais buscar las recetas en la web, porque son todas espectaculares), y me di cuenta de que nunca había hecho el red velvet en tarta (en cupcakes sí).
Así que pensé: San Valentín... Amor... Corazones... Rojo... Dulce.... ¡¡¡TARTA AL CANTO!!!
Es la misma receta que usé para los Red Velvet Cupcakes, solo que en mayor cantidad para que de para 3 pisos.
¡¡Y está absolutamente deliciosa!!
Cuando me preguntan, ¿a qué sabe el red velvet? Nunca sé que contestar, porque es una mezcla tan impresionante y que encaja tan bien que no existe un sabor conocido que la defina.
Por eso, tenéis que probarlo (si no lo habéis hecho ya).
Para ello, ¡os dejo la receta! Manos a la obra con ella.
TARTA RED VELVET
Receta un poco adaptada de Alma Obregón
Ingredientes: Para 3 moldes de 18 cm o 2 de 20 cm.
Para el bizcocho
- 120 ml de aceite de oliva
- 320 g de azúcar blanco
- 2 huevos
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
- 1 cucharada de emulsión red velvet de Lorann (o una cucharadita de colorante)
- 3 cucharaditas de vainilla en pasta
- 250 ml de leche
- Un chorrito de zumo de limón
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 2 cucharaditas de vinagre blanco.
- 250 g de queso Philadelphia, frío
- 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 600 g de azúcar glasé
- Candy Melts blancos o chocolate blanco para fundir para decorar
Bizcochos:
1. Precalentamos el horno a 180º y rociamos nuestros moldes con spray desmoldante o los engrasamos con mantequilla.
2. Mezclamos la leche con el zumo de limón, lo removemos y lo dejamos reposar 10 minutos para que se corte y así obtener buttermilk casero.
3. Mezclamos el azúcar con el aceite hasta que no queden grumos de azúcar. Añadimos los huevos de uno en uno y mezclamos bien.
4. Añadimos el cacao tamizado y después la mitad de la harina tamizada. Vertemos la mitad de la leche que habíamos cortado y después seguimos con el resto de la harina y el resto de la leche. Hay que mezclar suavemente y solo hasta que no queden grumos de harina.
5. En un vasito, mezclamos el bicarbonato con el vinagre y cuando burbujee (será inmediatamente) lo añadimos a la mezcla anterior y lo integramos muy bien.
6. Por último, añadimos la vainilla en pasta y el colorante.
7. Repartimos la mezcla en los tres moldes usando una cuchara de helado y poniendo una cucharada en cada uno. Si solo tuviéramos un molde, podemos coger dos boles y dividir la mezcla de igual forma. También podéis hornear en un solo molde alto de 18 cm y luego cortar las capas con una lira.
8. Horneamos los bizcochos durante unos 25-30 minutos o hasta que al pincharlos con un palillo éste salga limpio. Cuando estén listos, los dejamos que se atemperen en el molde y después los pasamos a una rejilla para que se enfríen por completo. ¡No los saquéis del molde recién horneados que os los cargáis!
Crema
1. Tamizamos el azúcar y lo batimos a velocidad baja con la mantequilla. Cuando empiece a integrarse, subimos la velocidad al máximo y batimos durante unos 5-6 minutos, hasta que la mezcla se aclare y se ponga muy esponjosa.
2. Añadimos el queso FRÍO y seguimos batiendo a velocidad alta durante unos 3 minutos, o hasta obtener una textura muy cremosa.
Montaje
1. Igualamos los bizcochos con ayuda de una lira. Siempre tomaremos como referencia el bizcocho que nos haya quedado más bajo.
2. Ponemos un poco de crema sobre nuestra base de cartón y encima el primer bizcocho. Ponemos una capa de crema haciendo puntos con ayuda de una manga con boquilla redonda grande.
3. Colocamos la siguiente capa y repetimos el proceso hasta poner la última capa del bizcocho. Sobre ésta, alargaremos un poco el punto hacia adentro para hacer pétalos.
4. Cogemos un poco de bizcocho que nos haya sobrado al recortarlo y lo rallamos encima de la tarta.
5. Derretimos el chocolate, lo colocamos en una manga a la que le habremos cortado la punta y realizamos las letras y los corazones sobre un papel de horno. Esperamos a que se seque y lo colocamos en nuestra tarta.
TRUCO: Si hacéis los bizcochos el día antes, ahorraréis un montón de tiempo y además, estarán más buenos pues los sabores se habrán asentado mejor. Solo tenéis que recordar envolverlos en film para que no se resequen.
Aunque parezca difícil porque tiene muchos pasos, ¡probadla! Veréis qué delicia.
Estad atentos, que esta semana tengo otra receta preparada para compartir cuyo sabor nunca deja a nadie indiferente :D
¡Hasta pronto!
Besitos.