Tarta Saxofón

Los dos últimos meses he andado poco por el blog, todas aquellas ideas de actualizar mas a menudo, darle otro aire.... se las ha ido comiendo el día a día. De vez en cuando entro fugazmente en los que sigo a ver las maravillas que se publican y voy aumentando mi lista de recetas  pendientes para cuando llegue el otoño, recetas que espero ir preparando poco a poco.
Mientras, os dejo por aquí una de las ultimas tartas que me han tenido tan ocupada, era algo concreto, una tarta con un saxofón, punto.
Ya preparé hace tiempo una tarta con una dolçaina y otra con una trompeta y disfruto mucho haciendo tartas de temas musicales por que van destinadas siempre a personas que aman la música, algo que a mi me parece tan difícil de entender.
Tenia claro que la dificultad iba a estribar en sostener el saxofón de pie sobre la tarta y que ademas iba a ser un saxofón de tamaño considerable para una tarta de 18 cm de lado.

Desde el comienzo me negué a ponerlo tumbado o sobre un lateral que sirviera de apoyo ya que se trataba
del tema principal de la tarta.

Ademas me facilitaron dos partituras que le apasionan a la persona a la que iba destinada, "Los miserables" y "Libertadores", así que estas acabaron tapando los puntos con los que asegure la tarta. Transcribí las partituras sobre la pasta de azúcar con rotulador negro de tinta comestible.
El bizcocho era un clásico con dos capas de relleno de ganache de chocolate con leche y crujiente de
almendra caramelizada, el exterior cubierto de ganache de chocolate blanco.
Los colores del fondant también me fueron indicados y creo que fue todo un acierto la combinación con el saxofón dorado encima.

El saxofón lo modele en dos partes, por un lado la campana con el acbaado inferior curvo y por otro el resto también con el acabado inferior curvo,este era el punto de unión del saxo,  en ambas partes inserte brochetas de madera que me permitiesen después introducirlas en la tarta, aun así se trató de un juego de equilibrio ya que todo el saxofón estaba modelado en pasta de azúcar y la parte de la campana pesaba mucho.

Una vez montado sobre la tarta, puse dos puntos de apoyo delante de la campana y detrás del saxo con el fin de que no venciesen.
Después lo pinte con colorante alimentario dorado diluido con un poco de ginebra y finalmente distribuí las partituras.
Aguanto perfectamente su traslado en coche unos 20 km en total así que me di por satisfecha. Costo los suyo y me trajo algún que otro quebradero de cabeza pero al final quedo como queria.
Espero que os guste, disfrute mucho preparándola

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