Revista Cine
A riesgo de recibir improperios varios de fans irredentos he de confesar que, a mí, Grease siempre me ha parecido un musical bastante ramplón, gazmoño y soso: hay alguna cancioncita pegadiza que parece animarme pero que no consigo soportar hasta que acaba porque el intenso sabor dulzón me empalaga sobremanera y me produce rechazo.
Debe ser una animadversión fruto del poco interés que esas melodías despertaron en el cinéfilo incipiente que ya en 1978 era provisto de una buena colección de vinilos infinitamente superiores en cuanto a calidad, garra y fuerza.
Ello no obsta a que siga considerando que Olivia está refulgente.
Lo que no recordaba en absoluto, seguramente porque la película la he visto en una sola ocasión, son los títulos de crédito diseñados por John Wilson que por su estilo datan la época.
Vean, si les place:
Y para que nada falte, podemos también dar un vistazo a los títulos finales, que a algunos les sonarán a conocidos por haber visto un remedo hace poco: también ayudan a situar la época, sin duda