Temáticas, madres cinematográficas

A ciertas actrices, madres en la vida real, les encanta ser madres en el cine. No sé porque, quizás precisamente porque lo son en la vida y se comprometen mucho más con ese tipo de roles que otras solteras. En Hollywood, puedes ser madre y sexy (una cosa no esta reñida con la otra: pregúntenle a Angelina), y el cine esta lleno de esta tendencia. 
Madres abnegadas, madres luchadoras, madres cariñosas, tiernas, pero sexys, entregadas a sus vidas privadas, pero sin dejar de lado a sus hijos. Ese tipo de madre que seria buena idea ser, si nos ponemos de acuerdo en legarle al mundo un mayor número de habitantes.
Nicole Kidman, ha sido una gran madre en el cine, de esas que hacen que uno quiera tener cinco años otra vez. Lo fue en Los Otros: protegiendo a sus niños desde el mas allá, también en The Invasion, haciendo todo por proteger a su vástago, incluso de su propio padre.
Julia Roberts también ha sido una madre fabulosa en la gran pantalla: fue Erin Brockovich, quien buscaba ganarse la vida a como de lugar para hacerse cargo sola de sus hijos.
En Juno, E. Page se embaraza, pero no estaba preparada para ser madre, lo cual hace del film una reflexion sobre lo capital de asumir  este rol.
Michelle Williams quiere seguir el ejemplo y en Incendiary (2008) es una madre: joven y sexy, pero que sufre por los acontecimientos que se le presentan. Williams es madre en la vida, madre soltera, pero no por abandono voluntario de su pareja. Tuvo una hija con el difunto Heath Ledger.
Repitiendo protagónico con Ewan McGregor (trabajaron el mismo año en Deception) esta cinta, que tiene claramente otras lecturas, centra muchísimo su temática en la relación madre e hijo o más bien lo que significa ser madre y perder lo que al parecer es su bien más preciado: su hijo. Como vemos al final, el cine es solo una representación de la realidad o una interpretación de ella.