Sofia Coppola abandona el tono taciturno y melancólico de Somewhere (2010) y recupera el dinamismo y colorido de María Antonieta (2006) para contar esta historia basada en hechos reales. La viveza de tonos y la fuerza de la música están presentes desde los títulos y se intercalan con melodías más pausadas que encuentran en la cámara lenta la combinación perfecta para el cambio de ritmos entre escenas.
A partir del artículo Los sospechosos llevaban Louboutin, publicado en Vanity Fair, Coppola construye unos personajes en los que la filosofía de best seller, la destructuración familiar y las adicciones son algo cotidiano.
Los púberes protagonistas creen en una vida de apariencia en la que el exterior es lo más importante. Acuden a los sitios de moda para encontrar a sus celebridades más admiradas y sentirse dentro del star system y utilizan revistas y webs de cotilleo para estar al día de la moda y las fiestas. De ese modo conocen quiénes estarán fuera de casa y deciden visitar las mansiones y robar ropa y joyas. Sustracciones que van desde la admiración a la imitación pasando por el mero capricho.
Internet se cuela como un secundario cómplice que da voz y audiencia a los jóvenes ladrones. El guiño a redes sociales como Facebook parece obligado ya que no hay postureo real si no se lleva a cabo, también, en la Red.
Israel Broussard, Katie Chang, Taissa Farmiga, Claire Julien y Enma Watson ponen rostro a estos “glamourosos” ladrones que consiguieron lo que siempre anhelaron: los flases de una cámara.