Año: 2009.Género: Horror.
País: Australia.
Duración: 84 minutos.
Dirección: Sean Byrne.
Intérpretes: Xavier Samuel, Robin McLeavy, John Brumpton, Victoria Thaine, Richard Wilson, Jessica McNamee, Andrew S. Gilbert, Suzi Dougherty.
"Brent nunca se ha recuperado del accidente de auto que mató a su padre, un choque del cual fue responsable. Su único consuelo es su amorosa novia Holly. Pero hay otra chica que ansía reconfortar a Brent, la chica más callada de la escuela, Lola, y cuando él rechaza su invitación al baile escolar no se imagina la pesadilla que acaba de poner en movimiento. Una terrible serie de eventos tomará lugar bajo la luz de una bola de espejos que involucra satén rosa, purpurina, jeringas, clavos y taladros; Brent deberá hacer uso de cada célula de voluntad que posee si quiere sobrevivir y prevenir que Lola y su padre extiendan su venganza a aquellos a los que él más ama."
El género de horror no puede diversificarse más. En un medio en el que prácticamente todas las ideas fueron ya pensadas y llevadas a cabo de mejor o peor manera, la única manera de sorbesalir es tomar esas ideas y reformarlas, darles profundidad y una visión diferente para no repetir el esquema ya visto. The Loved Ones le debe mucho a La Masacre de Texas, le debe a Misery y a otros esquemas más recientes como Captivity o P2 pero, sorpresivamente, rescata lo mejor y peor de todas las mencionadas anteriormente y le añade un algo especial que la convierte en una películas bastante particular.
Esencialmente, The Loved Ones es acerca de personajes y no depende exclusivamente de la historia. Sí, todo se desata cuando Brent rechaza cortesmente a Lola, y el padre de ésta lo secuestra a pedido de su hija, pero la película no sería nada sin las potentísimas caracterizaciones de todos los involucrados. Por un lado, está el joven Xavier Samuel (lo habrán visto como el partenaire de Victoria en Eclipse) con su autodestructivo Brent, un joven que perdió a su padre, se culpa a sí mismo y anda escuchando música a todo volumen y lo que es peor, se provoca cortes en el cuerpo para paliar su dolor; luego está Robin McLeavy y su insuperable Lola, junto a su padre, interpretado por John Brumpton: ambos están totalmente locos de remate y conforman el punto álgido de este film. En el camino se encuentran Richard Wilson y Jessica McNamee, el primero como Jamie, el mejor amigo de Brent, y la segunda como Mia, una joven rebelde y (también) autodestructiva que tiene una razón de peso para comportarse así.
Ambas historias (la de Brent y su cautiverio y la de Jamie & Mia) se van entrelazando poco a poco; aunque al principio no tienen nada, pero nada en común, al final todo cobra un poco de sentido: mientras uno de ellos sufre por su vida, el otro disfruta de la mejor noche de su vida - es irónico y trágico a la vez-. La tortura de Brent sirve como plato principal, pero la historia secundaria de Jamie y Mía sirve como alivio, como respiro entre tanta sangre y castigo que el guionista y director Sean Byrne presenta. Sencillamente es una de las historias más viscerales y brutales del año, no por la sangre (que no hay taaanta) sino por la veracidad del asunto.
Si hay algo que endilgarle positivamente a The Loved Ones, es el manejo férreo de la realidad que su creador le otorga: con todo lo que pasa en el mundo, todas las noticias macabras que se suceden unas a otras, no es difícil ni absurdo pensar que una historia así trascienda en los medios. Pero, ay, este relato de horror se diluye potentemente en sus últimos minutos, en donde hay que realmente suspender la credibilidad de la historia en favor del derramamiento de sangre que ocurre en pantalla. Tenía todas las de ganar, pero hay cosas que sencillamente se extralimitan demasiado.
Sigo quejándome: la musicalización juega también un papel de espada de doble filo - en un principio, se torna muy importante para reflejar las sensaciones interiores de ciertos personajes (heavy metal para algunos, temas suaves para otros) y realmente lo que no transmiten con palabras se transmiten con música y sentimientos, pero más adelante, todo es ruido y ensordecimiento y realmente no se si quedaba bien dispuesto en conjunto.
The Loved Ones es brutal y real, tiene unos personajes fascinantemente bien construidos y Lola Stone tiene todo el potencial del mundo para ya pasar a ser un ícono del terror; más allá de eso, sus minutos finales son muy tirados de los pelos y un tanto innecesarios.
Calificación: B