The Walking Dead (Primera Temporada)

You see them out there. You know that when we die–we become them. You think we hide behind walls to protect us from the walking dead! Don’t you get it? We are the Walking Dead!
Todavía resuenan en mi cabeza los melancólicos acordes de "Tomorrow is a Long Time", el tema de Bob Dylan que acompaña el final de la primera temporada de The Walking Dead, y he de reconocer que, como supongo que le ocurrirá a la mayoría de fans de la serie y el cómic, esta primera y brevísima temporada de tan sólo seis episodios me ha sabido realmente a poco. Esa sensación se potencia aún más sabiendo de antemano que probablemente la serie no regrese con la segunda temporada hasta octubre del próximo 2011. Toca pues armarse de paciencia y paliar la dilatada espera como buenamente podamos: será dificil...

Parte de los protagonistas de "The Walking Dead"

Rick Grimes

Seis interesantes episodios que han servido para introducir al espectador en el mundo podrido y maldito que se encuentra el agente Rick Grimes cuando despierta después de haber permanecido unos días en coma tras recibir un disparo en acto de servicio. Personalmente, he disfrutado esta primera temporada con la sensación de que estos seis episodios no son más que un prólogo extenso para ponernos en situación, familiarizarnos con las particularidades del carácter de cada uno de los personajes, y afrontar así la segunda temporada sumergidos de lleno en la densa y agobiante trama. De hecho, si lo analizamos friamente, en estos seis episodios nos han dado a conocer la historia de Rick, su familia y un pequeño grupo de supervivientes, además de establecer los parámetros de la terrible situación que amenaza a la humanidad. Y la verdad es que poco más, lo cual hace que los fans estemos hambrientos de esa segunda temporada que ya está tardando.

Antes era humana, como tú y como yo...

Aquellos que han saboreado esta primera temporada y que previamente habían devorado la novela gráfica de Robert Kirkman habrán comprobado que hay diferencias evidentes y de peso entre la trama en papel y la plasmada en la pequeña pantalla, cosa que creo enriquece el universo de The Walking Dead y que supone para los lectores del cómic un nuevo abanico de  novedades en el argumento y giros en el guión a pesar de que hayan leido todo lo publicado. Sin duda, algo positivo para la capacidad de sorpresa de la serie.
Y es que The Walking Dead ha sabido erigirse no sólo como un elemento prometedor para la futura parilla televisiva, sino como una serie de calidad que contiene buena parte de los elementos que han catapultado a la novela gráfica al éxito. Para empezar, su argumento es sencillo a la par que impactante, y nos muestra una historia donde lo importante son las relaciones humanas entre una serie de individuos sumergidos, a la fuerza, en una situación crítica. Está claro que los muertos vivientes son un ingrediente importante y una amenaza a tener en cuenta, pero siempre solapada al propio peligro que suponen esas personas para ellos mismos con sus impredecibles reacciones.
Por otro lado, los personajes, algunos de ellos brillantes, son la clave. Yo destacaría, a nivel personal y en esta primera temporada, a Rick Grimes (Andrew Lincoln) como elemento aglutinador, Glenn (Steven Yeun) que aporta por momentos el toque simpático entre tanta tensión y los hermanos Daryl y Merle Dixon (Norman Reedus y Michael Rooker), que están dando y supongo van a dar mucho juego en la segunda temporada. Y así lo espero, porque Daryl es un personaje al que, a pesar de su elevado nivel de hijoputismo, le tengo cierto cariño. A pesar de todo, mi personaje favorito en esta primera temporada/prólogo de la serie es Dale (Jeffrey DeMunn), quien espero permanezca mucho tiempo entre nosotros (vamos, espero que no se lo carguen demasiado pronto...).

Dí que si, Daryl, con dos cojones!

Los efectos especiales están a la altura y los zombies que pululan en pantalla son realmente creibles al cien por cien, y cabe mencionar que no han escatimado en detalles escabrosos y escenas gore pero eso sí, con criterio e introduciéndolas cuando la situación lo requería, dejando de lado la casquería y el exceso de sangre gratuito. Si acaso, para mencionar un pequeño punto débil en ese sentido, he de decir que no me agrada demasiado el abuso de la sangre digital, pues entiendo que le resta cierto nivel de realismo a esas escenas.

No he comentado ningún episodio mientras se iba emitiendo la serie porque quería darles un enfoque más global, en conjunto, ya que forman parte de un todo: la primera temporada. Los seis episodios de la primera temporada han sido los siguientes (AVISO: a partir de aquí encontrareís spoilers de la primera temporada):
1x01- Days Gone By (Días Pasados) Rick busca a su familia tras despertar del coma y encontrarse de pronto en un mundo que vive aterrorizado por los muertos vivientes. Morgan y Duane, a quienes conoce por el camino, enseñan a Rick las nuevas normas de supervivencia.
Reconozco que disfruté como un enano con este primer episodio piloto, y no se me ocurre una forma mejor de dar el pistoletazo de salida a la serie. La presentación de Rick y sus dramáticas circunstancias es perfecta, al igual que las primeras e impactantes apariciones de los muertos vivientes, especialmente la "chica de la bicicleta" que tanto dió que hablar en las semanas previas al estreno. Además, protagoniza junto a Rick una de las grandes escenas de lo que llevamos de serie. Un arranque genial que dejaba claro la calidad de la serie.
1x02- Guts (Tripas) Sin darse cuenta, Rick provoca que el grupo de supervivientes se vea rodeado por los zombis. El grupo pasa de las acusaciones a la violencia, haciendo que Rick se enfrente a un enemigo más peligroso que los muertos vivientes...
El segundo episodio empieza a alejarse un poco de lo visto hasta ahora en los cómics, pero a cambio introduce algo más de acción y otra escena para el recuerdo (la del "camuflaje"). Conocemos al bueno de Glenn y a Merle Dixon, un personaje misterioso al que espero con ansia en la segunda temporada, pues entiendo que dará bastante que hablar.
1x03- Tell It To the Frogs (Díselo a las ranas) Lori y Shane se llevan una gran sorpresa cuando regresa aquel al que daban por muerto. Rick toma la decisión de volver a Atlanta para recuperar las armas perdidas y salvar a un hombre en concreto.
Después de un segundo episodio ligeramente alejado de la trama ofrecida en la novela gráfica, en el tercero volvemos a seguir la senda marcada por Robert Kirkman en los cómics. Las relaciones interpersonales se sitúan en primera plana en cuanto a interés e importancia en el desarrollo de la serie, por delante de los muertos vivientes, que apenas se dejan ver en este episodio. Dos escenas memorables más para el recuerdo: la historia de un encuentro y un muy buen final con un hecho que se veía venir. Eso sin mencionar la excepcional intro del episodio protagonizada por Merle Dixon.

1x04- Vatos. La misión de Rick en Atlanta se ve comprometida cuando la situación se tuerce. Jim se desquicia en el campamento.
Cuarto episodio y la tensión sigue "in crescendo". De nuevo las relaciones entre personajes salen a la palestra, en especial cuando hace su aparición un nuevo grupo de supervivientes.  En el campamento base hay quien empieza a perder la cabeza, y su comportamiento provoca el miedo entre el resto de sus compañeros, como si estuviera presagiando alto terrible. Pero también tenemos el regreso a escena de los muertos vivientes, provocando un trepidante y dramático final de episodio.
1x05- Wildfire. Tras el ataque, Rick dirige al grupo hasta el Centro de Control de Enfermedades. Jim tiene que tomar una difícil decisión sobre un asunto de vida o muerte.
Desgarrador, emotivo y dramático comienzo de este quinto episodio, concentrado en una terrible despedida, que no será la única, por desgracia. De nuevo los muertos vivientes ceden prácticamente todo el protagonismo a los seres humanos y sus complicadas relaciones. Cabe mencionar de forma especial lo que tenía que empezar tarde o temprano: el deterioro de la amistad Rick/Shane.

  1x06- TS-19 El doctor Jenner permite a Rick y sus compañeros entrar en el Centro de Control de Enfermedades. Pero en su nuevo refugio no todo es lo que parece.
La finale de la primera temporada no despeja demasiados interrogantes y deja las espadas en todo lo alto. Tenemos al grupo de supervivientes de nuevo en la carretera, aún más mermados y con la desesperación y la angustia haciendo mella en su ánimo. El cliffhanger puesto en juego acerca de qué es lo que el doctor Jenner le susurra a Rick al oido ya está haciendo correr ríos de tinta, pero habrá que esperar hasta octubre para despejar incógnitas.
En definitiva, el balance de esta breve primera temporada-prólogo es muy bueno, siempre bajo mi punto de vista. Tenemos zombies, tenemos sangre y gore, tenemos acción, tenemos fidelidad hasta cierto punto con la novela gráfica, tenemos variaciones argumentales respecto a los cómics en los que se basa la serie y, lo más importante, tenemos una serie en la cual lo más importante, por encima de todo, son los personajes y sus comportamientos y relaciones personales. Eso es el verdadero combustible de la serie en papel y estoy seguro de que lo será también para la adaptación en televisión. De momento, no puedo estar más ansioso ante esa segunda temporada que promete ser algo espectacular. La única pega: falta mucho, mucho tiempo...