Título original: Thompson 1880
Director: Guido Zurli
Guion: Jaime Jesús Balcázar, Lorenzo Gicca Palli
Música: Marcello Gigante
Fotografia: Víctor Monreal
Género: Western Europeo
Reparto: George Martin, Gia Sandri. José Bódalo, Gordon Mitchell, Paul Muller. Ignazio Spalla. Consalvo Dell'Arti. Pasquale Basile, Aïché Nana . Osiride Pevarello, Giovanni Ivan Scratuglia (as Ivan Scraduglia). Dino Strano. Antonio Basile (as Antony Basil) . Nino Nin. José Jaspe. Nino Fuscagni. Giovanni Sabbatini. Giovanni Tsao. Giovanni Petrucci (as Giovanni Petti), Mike Monty
Argumento
A un maldito pueblo casi casi en medio del desierto, no lejos de la frontera con México, llega un forastero a lomos de un asno y llevando un extraño baúl.
Cuando entra al saloom a echar un trago, descubre que los mandamases son unos ladrones pues cobran cinco o seis veces más una cerveza.
Será molido a palos, aunque él también da lo suyo, y expulsado del pueblo, pero la hija del comerciante del pueblo le presta ayuda y cura sus heridas.
Desde ese momento él será su empleado, transportando el género que le manda comprar en Sacramento.
Mientras, en el pueblo, se suceden los desmanes de los caciques, con la connivencia del sheriff y del juez local, ambos cobardes y borrachos.
Pasable spaguetti western co-producida, como casi casi es menester, entre Italia y España. Por parte española están los hermanos Balcázar, a quien tanto deben las coproducciones de los años sesenta y setenta, por mucho que fueran prácticamente todas sus películas mediocres o simplemente malas.
En esta ocasión sigue siendo mediocre, una verdadera medianía, con algunas situaciones muy poco rigurosas y sin sentido, aunque en su favor hay que decir que no aburre y que, en su gran modestia, cumple con su función: hacer pasar un rato más o menos ameno.
No, no es que sea ni siquiera entretenida, pues el tedio aletea sin descanso el metraje, pero sí que es correcta y digna en su empleo de los escasos elementos con los que cuenta.
Y es que es una peli barata, o así parece, aunque quizás por parte italiana se puso mucho dinero ya que, por ejemplo, la mayoría de sus intérpretes son de dicho país.
Rodada en los estudios Balcázar en sus interiores, los exteriores, en cambio, fueron rodados en Roma, cosa no demasiado común.
En resumidas cuentas, que no es una buena película, ni mucho menos, pero sí que aprueba (por poco) gracias entre otras cosas a algún intérprete, como nuestro nunca olvidado José Bódalo, en este caso en el papel de juez borrachín que siempre anda echando discursos y hablando en latín con tal de que le paguen con un buen trago de whisky. Lo malo, cosa extraña pues tenía muy buena voz, es que le doblaron en la versión española. Imperdonable.
¡Ah, y se me olvidaba, que es bastante importante en mi opinión!. El final, pues es un poco de chiste. No porque esté como tal, mal, sino porque se supone que es una sorpresa cuando, sabiendo el título del film, pues está clarísimo. No hay que ser muy listo, simplemente haber leído un poquito de historia.