Los temporales fuertes de componente norte y noroeste son sin duda ninguna tiempo de gaviotas. El viento y el mal estado de la mar las empujan a refugiarse en tierra, y es un momento en que pueden detectarse ejemplares interesantes. Además son días en que las gaviotas suelen estar más tranquilas por la ausencia de gente en las playas.
Ayer martes hice un recorrido por mis zonas de gavioteo, localizando en Bañugues mi segunda gaviota cáspica Larus cachinnans de la temporada, un individuo de 2º invierno.
A esta edad corresponden el abundante gris en las escapulares y coberteras, estas últimas en su primer invierno son totalmente marrones. Como siempre, es un disfrute contemplar esta preciosa gaviota y ver como destaca en el bando.
Otra gaviota de interés es la que pude localizar en la playa de la Ribera de Luanco, en este caso una gaviota argéntea Larus argentatus en su primer invierno de libro, con las coberteras y escapulares muy claras.
Aunque no lo pueda asegurar 100% creo que corresponde a la norteña subs argentatus, haciéndome pensar en ello los tonos del plumaje y su tamaño, bastante notable. Un ejemplar fuerte y potente.
También se siguen observando bastantes gaviones Larus marinus, en especial de primer invierno como éste que vi en la playa de Bañugues junto a otros dos congéneres. Es posible que algunos de ellos estén moviéndose ya hacia el norte.
Bañugues sigue siendo también un buen lugar para la observación de la escurridiza gaviota cana Larus canus. Tres aves de primer invierno siguen por la zona, alimentándose en los prados del entorno y descansando con frecuencia en la playa.