Revista Cultura y Ocio

Top 5 Guilty Pleasures (II)

Publicado el 20 diciembre 2013 por Mims
Manuel publicó hace tiempo esta entrada en la que exponía sus "vergüenzas" públicamente y reconocía sus gustos "inconfesables". Lo entrecomillo porque al final en la entrada incluía artistas indies o alternativos, con lo que conseguía mantener incólume su imagen. Yo propongo tirarme directamente al fango y reconocer canciones que me encantan pese a ser lo puto peor. O quizá no tanto, pero que uno no siempre se atreve a reconocer.
He dudado mucho en qué incluir aquí y qué no, porque ¿dónde está el límite entre lo vergonzante y lo aceptable? A ver, por ejemplo me gustan y tengo discos de gente como Carlos Gardel o María Dolores Pradera, que no encajan precisamente entre el resto de mis gustos musicales pero no me causan ningún pudor. Algunos de los aquí incluidos tampoco, pero sí quizá el tema en concreto que elijo. ¡Ah! Porque es así: solamente cojo cinco canciones que son mis "placeres culpables", en lugar de álbumes completos. Ahí van...
Top 5 Guilty Pleasures (II)5. Miguel Ríos - El río 
Alguno dirá "joder, si Miguel Ríos es de puta madre", y no falta razón. Pero hay que reconocer que esta canción tiene unos arreglos a lo Augusto Algueró, u otro similar, que a un tiempo son lo mejor y lo peor del tema: principalmente esos coros femeninos (shiri shiri shiri shiriiiii...) son chirriantes a la par que pegadizos, y tres cuartos de lo mismo ocurre con los arreglos orquestales. Ríos hace una interpretación comedida pero con fuerza arrebatadora, y la melodía aunque sencilla es emotiva. Esta canción es cojonuda para cantar en la ducha, dándolo todo en el estribillo, os lo recomiendo xD

Top 5 Guilty Pleasures (II)4. Julio Iglesias - La mer
Tenemos por un lado que Julio Iglesias merece todo nuestro respeto y admiración por haberse llevado a la cama a más de 3000 mujeres (y aunque fuera solo el 10% de esa cifra ya es una barbaridad). Por otro, su estilo musical a partir de los ochenta es una auténtica vergüenza. Entre una cosa y otra tiene algunas canciones pasables (como La vida sigue igual o Gwendoline), y entre otras muchas aparece esta auténtica maravilla: la versión en directo del clásico La mer, grabado en un concierto en el Olympia en 1976. Conocí este tema por la maravillosa película El topo, cuyas últimas escenas sin diálogo están acompañadas por la música de Julito cantando en francés (clic aquí para verlo, con spoilers a tutiplén). Tras 3000 escuchas me sigue pareciendo un temazo.

Top 5 Guilty Pleasures (II)3. Camilo Sesto - Algo de mí
Camilo aparece por partida doble en estos guilty pleasures, algo que dice mucho tanto de su música como de su imagen pública. Convertido en un auténtico freak, en los setenta no solo era considerado un sex symbol sino un artista como la copa de un pino. Potencial y dotes no le faltaban, como demuestra en este tema: sensiblero, sí; efectista, desde luego; pero la melodía y la interpretación marca de la casa compensan todo. El estribillo es absolutamente mítico, uno de esos alardes vocales del señor Blanes. Temazo.

Top 5 Guilty Pleasures (II)2. Raphael - Mi gran noche
Raphael desde luego tiene canciones muchísimo más famosas, pero para servidor esta canción raya a una altura desconocida para el de Linares. El ritmo de la canción es irresistible, y la afectada interpretación realza aún más si cabe la ingenuamente pícara letra; si a esto le sumamos este video, ya es el acabose. Si tuviera que elegir un ejemplo de canción maravillosamente pegadiza, esta estaría sin duda entre las finalistas, porque es de las que se mete en mi cabeza y no me la quito en días. Por cierto, otra cojonuda para cantar a voz en grito en la ducha.

Top 5 Guilty Pleasures (II)1. José Luis Rodríguez - Pavo real

El premio gordo de la noche es para el famoso tema de aquel cantante más conocido como El Puma. Nunca he entendido ni el cómo ni el por qué, pero es oír este absurdo tema, mezcla de música latina y funk venezolano (¿eso existe? espero que no) y es que se me van los pies. Realmente no es para tanto, pero sí reconozco que es de los que me hace tararear como un loco la estúpida musiquilla del pavo real... Lo sé, mi alma ya está condenada y por mucho que escuche a The Beatles iré al infierno sin posibilidad de redención.


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