Revista Cocina
Esta torrija o tostada de pan brioche como ella la llama es una recomendación de Comoju y viniendo de ella no tenia otra que probarla. La novedad es que no llevan huevo y el resultado, excelente!!!
Yo las he acompañado con un sencillo helado de mascarpone con fresas.
Que he utilizado (para 4 personas):
Para las torrijas:
2 rebanadas gruesas de pan brioche (de unos 3 cm. de grosor)
60 ml. de leche
60 ml. de nata
25 gr. de azúcar
15 gr. de mantequilla
25 gr. de azúcar
Para el helado:
100 gr. de queso mascarpone
1 cucharada de azúcar glas (añadir mas si gusta mas dulce)
1-2 cucharadas de leche
2-3 fresas
Como lo he hecho:
Primeramente he preparado el helado ya que tiene que congelarse. He lavado y troceado las fresas en pequeños pedacitos. He mezclado en un bol el mascarpone con el azúcar y una cucharada de leche hasta que se ha integrado, le he añadido las fresas y he mezclado. La mezcla queda espesa pero si esta muy espesa añadir una cucharada mas de leche y mezclar. He repartido esta mezcla en unos moldes cóncavos de unos 6´5 x 4´5 cm. y los he llevado al congelador, en unas 3 horas se habrán congelado.
Para preparar las torrijas, he puesto en un cazo los 25 gr. de azúcar a fuego medio a calentar, cuando se ha disuelto le he añadido la leche y la nata, he removido y le he dado un hervor. He retirado del fuego y he dejado que se templase.
Mientras he cortados los bordes de las rebanadas de pan, para retirarlos, y las he partido por la mitad para obtener 4 trozos. Los he puesto separados en una fuente honda y los he empapado con la leche ya tibia. Les he ido dando la vuelta para que empapasen bien por todas las caras. Los habré tenido empapando alrededor de 1 hora.
Tras este tiempo he puesto una sartén a fuego medio con la mantequilla, cuando ha fundido he añadido el azúcar y he ido friendo los trozos de pan girándolos para que caramelicen por todas las caras.
Para servir he calentado ligeramente las torrijas en el microondas y he servido en el plato una torrija acompañada con el helado de queso. El contraste templado de la torrija con el frío del helado hace un bocado especial.
Y este es el resultado:
Bueninisimo, para chuparse los dedos.