Cuando puse este título, lo primero que me pregunté es si una torrija que no ha pasado por huevo ni por la sartén, puede llamarse torrija, pero es que, la llamemos como la llamemos, esta forma de hacer torrijas, tiene una textura excepcional y un sabor intenso, que os va a encantar. Yo había probado las torrijas caramelizadas, hechas sin huevo ni fritura en La Gran Pulpería en Pozuelo de Alarcón, donde las hacen magníficas.
Cuando averigüé la forma de elaborarlas, decidí publicarlas, ya que son probablemente, las torrijas más ricas que he tomado nunca. Además, esta forma de prepararlas es una buena manera de dar más uso al soplete de cocina, que a muchos os habrán regalado estas navidades y no utilizáis tan a menudo.
Ingredientes para preparar 8 torrijas
- 8 rebanadas de pan de torrijas o de pan del día anterior, 250 ml. de leche entera, 100 gr. de azúcar, 1 cáscara de naranja, 1 rama de canela, azúcar moreno para quemar.
Cómo hacer las torrijas caramelizadas, sin freír y sin huevo
Comenzamos aromatizando la leche, poniéndola a cocer en un cazo, con 70 gr. de azúcar, la canela y la cáscara de naranja. Llevamos a ebullición vigilando que no suba la leche y cuando hierve, bajamos el fuego y dejamos cocer durante un par de minutos. Retiramos del fuego, tapamos el cazo y dejamos infusionar durante 5 minutos.
Si queréis hacer vosotros mismos el pan de torrijas, podéis usar las instrucciones de Carlos de Mercado Calabajío, o las de Susana de Webos fritos y os saldrá perfecto. Si no, podéis comprarlo en vuestra panadería, como hice yo, o usar rebanadas de pan del día anterior.Disponemos las rebanadas de pan de torrijas en una fuente, una al lado de otra, y sobre ellas, vertemos con cuidado la leche a través de un colador para que no caiga ninguna impureza o resto de la canela o de la piel de naranja.
Con cuidado, dejando que escurran el exceso de líquido, llevamos las torrijas al plato en que las vayamos a servir, (en este caso elegí una pizarra), las espolvoreamos con un poco de azúcar moreno y las caramelizamos con el soplete, hasta que si haga una costra dorada, cuidando de que no se queme en exceso pues entonces amargaría. Para ello, no hay que concentrarse en un punto sino ir moviendo el soplete por la superficie a caramelizar.
Al estar sin freír, conviene consumirlas inmediatamente para aprovechar el calor de la leche templada y el azúcar recién caramelizado. Pero hay quien prefiere dejarlas en la nevera antes de caramelizarlas para tomarlas frías. Yo las prefiero calentitas.Esta Torrija caramelizada, sin freír y sin huevo, es otra forma de disfrutar con las tradicionales torrijas, y además, sin manchar ni usar nada de aceite. Y lo bueno es que en 5 minutos las tenemos listas, por lo que podemos hacerlas, por ejemplo, mañana mismo para desayunar. ¿No os apetecen? Veréis que contentos se ponen los vuestros.
Sed felices,