Revista Ciencia

Trabaja cómodo, trabaja más y mejor.

Por Manuel Somavilla

Otras herramientas casi imprescindibles
Aunque podría decirse que con el equipo de protección tendrías una estancia bastante tranquila en los dominios del colmenar, seguramente sentirás que te falta algo, y te aburrirás bastante sin hacer nada, únicamente mirando el afanoso trabajo de las laboriosas abejas.
Pero para que no te sientas tan aburrido como un jubilado en el parque, te voy a dar otra serie de materiales igualmente necesarios en las labores apícolas y que deberás tener siempre a mano, pues estás entre animales y nunca sabrás lo que ocurrirá un segundo después.
Ahumador
En primer lugar, y pieza inherente e imprescindible al trabajo apícola, tenemos el ahumador. Usando éste, con comedimiento y sin abusar, lograremos mantener el enjambre ocupado en “apagar el incendio”. Cuando con el fuelle del ahumador impulsamos el humo en la piquera de la colmena, lugar de acceso de las abejas, las reacción de las guardianas ante éste es colocarse de espaldas a la entrada y comenzar a batir sus alas para expulsar el humo para que no entre en el nido.Esos momentos hasta que la colmena retoma su normal actividad nos permitirá aprovechar a realizar algunas de las tareas que debemos de hacer.
Rasqueta
Otro utensilio a tener en cuenta pues su utilización siempre facilita el trabajo, es la rasqueta, una herramienta con forma de espátula que nos ayudará a separar las piezas de la colmena que estén pegadas por los propóleos.En otras ocasiones también puede ser una ayuda para realizar otras funciones impropias de esta herramienta. Un día nos puede servir de destornillador o ser un gadget que nos sacará del apuro y usaremos para cualquier función que imaginemos. En el apiario nunca se sabe qué necesitarás durante la jornada.
Levantacuadros
Este práctico aparato permite coger los cuadros y sacarlos. Con la palanca se puede despegar los cuadros.
Cepillo de Desabejar
Otra pieza fundamental para usar en las ocasiones que necesitamos extraer los cuadros de la colmena para hacer cualquier revisión.Igualmente será necesario para hacer la recolección de la miel.Lógicamente se utiliza para retirar las abejas de los cuadros sin hacerlas ningún daño y con la mayor delicadeza.Se recomienda que éste sea de madera y con cerdas naturales o sintéticas suaves.
Además de estos 3 utensilios que siempre deben acompañar al apicultor, existen otra serie de suplementos quizás menos importantes pues no son de uso diario, que igualmente deben de formar parte de la caja de herramientas apícolas.
Algunos de ellos son:
Escapes que se coloca entre la cámara de cría y el alza o alzas que queremos que abandonen las abejas.
Alimentadores para colocar cuando hay escasez de alimento en el campo o cuando necesitamos hacer alguna alimentación especial por enfermedad o alguna campaña de cría.
Cuchillo desoperculador utilizado cuando queremos centrifugar los cuadros llenos de miel y necesitamos retirar los opérculos de cera que cubren las celdillas para que se produzca el madurado de la miel.
Fijadores de ceraque se usan para adherir las láminas de cera prefabricadas a los alambres del cuadro y evitar que se desprendan con las altas temperaturas que se alcanzan en el interior de la colmena.
Extractores, especie de tanque redondo en cuyo interior se introducen varios cuadros, 2, 3, 4, 6, 8, etc., y son sometidos a un movimiento centrifugo, como una lavadora, que consigue extraer la miel. Estos extractores puede ser manual o estar provisto de un motor que facilita el trabajo.
Decantadores un tanque en donde se coloca la miel después de ser extraída de los cuadros. En este depósito se consigue que las impurezas, abejas y otras partículas, después de unos días de reposo, suban a la superficie y facilitando su retirada. Al igual que el extractor suele estar fabricado en acero inoxidable y su capacidad es desde unos 50-75 kilos, hasta varias toneladas.
Mesa Desoperculadora, fabricada en acero inoxidable, permite que la retirada de opérculos sea más sencilla y que el exceso de miel sea recuperado después de pasar a través de una tela en dónde quedan retenidos los tapones de cera.
Probablemente a muchos de vosotros conozcáis una apicultura más tradicional y artesanal, sin tantos aparatos que convierten una afición en una actividad demasiado artificial y mecanizada con el uso de tanto accesorio.
Es verdad, yo también lo pensaba y, no en vano, los primeros años como apicultor novel mi trabajos fueron totalmente artesanales, nada de extractores, mesa desoperculadora, decantador, etc., únicamente el buzo, la careta, las botas, los guantes, el ahumador, un cepillo antiguo que me regalo mi tío, con las cerdas ya curvadas por el uso, y creo que nada más.
Más tarde, cuando la afición fue convirtiéndose en una ocupación, me di cuenta de que trabajar no implica no aprovechar todas los inventos que nos puedan facilitar la vida.
El trabajo, más y mejor con comodidad.
¡Salud y Suerte!

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