Muy buenas!!
Un nuevo día de sol en Madrid y creo que para la gran mayoría este puente nos ha venido genial para cargar un poco las pilas. Es curioso cómo a veces no nos damos cuenta de lo necesario que es romper con la rutina para poder volver a ella con energías renovadas.
Y es que llamarme mística, pero si en algo creo es que somos en esencia, pura energía. Cada uno tiene la suya, y esa se emite, se desprende, cómo un áurea alrededor de cada uno de nosotros que se hace más grande o más pequeña, más fuerte o más débil en función de nuestra relación con los demás y con el entorno.
A veces, el día a día, las presiones, las prisas y las obligaciones hacen que se esa luz vaya perdiendo su brillo y creo que por eso son tan necesarios estos parones. Porque nos sirven para conectar con nosotros mismos y nuestro entorno, ampliando así todo lo que somos. El mero hecho de contemplar una puesta de sol, pasar un rato charlando con seres queridos, leer un libro…tienen un efecto mucho más positivo en nosotros de lo que podamos imaginar.
Pero hablando de energías y pasando ya a un plano más físico, hoy vamos a hablar del core. Este post está inspirado precisamente en el libro que he leído estos días, sobre el que ya os hablaré porque es realmente interesante, pero que creo que todavía tengo que interiorizar un poco más, para poder trascenderlo y transmitiros la esencia cómo se merece. Me lo regalo una amiga y tanto ella cómo el libro son para mi dos nuevos y grandes tesoros.
El libro habla sobre correr, pero la primera parte me sorprendió por la analogía que tenía sobre todo lo que yo he estudiado y experimentado con mi cuerpo en la disciplina de Pilates. Comparte la idea de que nuestro centro o tronco ( lo que llamamos core ) es cómo la central eléctrica del cuerpo desde el que se dirige el movimiento. Una vez más volvemos a hablar de energía.
Y es que realmente, la efectividad y la fluidez del movimiento de nuestros brazos y nuestras piernas, está íntimamente relacionado con la activación que nuestro core. Cuando dirigimos la energía desde el tronco, nuestra forma de movernos es poderosa y carente de esfuerzo. La observación de la naturaleza nos enseña que la fuerza de un árbol radica en su tronco, no en las ramas ni en las hojas.
Este concepto lo podemos trasladar después a cualquier deporte. En el libro hace una analogía muy buena para entenderlo. Fíjate en el movimiento de un guepardo, el animal más rápido de la Tierra. No tiene unas piernas fuertes como las del tigre. Las tiene delgadas como un galgo. ¿Cómo desarrolla tanta velocidad? El secreto está en la columna, que es donde se contiene la mayor parte de su energía. Cuando un guepardo corre, puedes apreciar que su fuente de poder le llega desde la columna, no desde las piernas.
Lo que hoy os propongo es una secuencia de tres minutos y medio de fortalecimiento del core al ritmo de la música para que trabajemos a nivel físico y energético. Reconozco que la música para mi es alimento del alma, y encontrar formas de adaptar los entrenamientos a la melodía de una canción es algo que me apasiona. Así que aquí os traigo una nueva versión de mi propia metodología Core Stretching que espero que os guste y pongáis en práctica.
También podéis hacer las planchas con antebrazos apoyados si todavía no tenéis suficiéntemente fuerte esta zona y hacer poco a poco una progresión a hacerlas desde apoyo de manos.
Vamos a por ello equipo, con energía!!
Pau
Agradecimientos: Jesus Ponce por estas maravillosas fotos y su preciosa energía…;-)