Muchas veces tengo la impresión de que a la gente le importan cada vez menos los demás. Solemos vivir pensando en tener ciertas cosas. Conscientemente o no, vemos a los demás como nuestros competidores. Empujados por el entorno en el que nos movemos, somos individualistas.
¿Cuánta gente conocéis que esté implicada en movimientos, asociaciones, colectivos, sindicatos, partidos políticos? ¿Vosotros mismos lo habéis estado? Yo conozco gente porque llevo tiempo implicada en una cosa u otra, pero fuera de ese entorno es difícil encontrar.
Ahora bien, parece que esta apatía pueda estar cambiando un poco gracias a las nuevas tecnologías. Desde las redes sociales se están planteando iniciativas a las que la gente se va uniendo. Esto podemos verlo de muchas maneras. Hace unos meses, por dar un dato, asistí a una concentración en una oficina de empleo. Mucha gente se había enterado por Facebook. Mediante las redes sociales se difunde la información rápidamente, permiten formas de participación y votación. Con respecto a esto último, tenemos multitud de plataformas que recogen firmas, por ejemplo la plataforma Change.org, que recoge muchas iniciativas.
Como vemos, Internet ofrece muchas posibilidades con el fin de crear vínculos. Se puede buscar información, hablar e incluso ver a tus interlocutores, encontrar personas afines a tu forma de pensar y se pueden organizar encuentros en un lugar físico.
Comunidades online
La construcción de una comunidad online se basa en ciertos vínculos, los cuales van más allá de la proximidad geográfica. Los vínculos online implican:
- Búsqueda de aquella comunidad que nos resulte más adecuada a nuestros intereses.
- Elección entre las comunidades que hay de la que consideremos más adecuada. No siempre elegiremos estar en todas :)
- Participación voluntaria en la comunidad.
Ejemplos claros de comunidades online son los grupos de Facebook, las comunidades de Google Plus y los foros. Está claro que buscamos y elegimos los más adecuados a nuestros intereses. Asimismo, el funcionamiento de estos grupos depende mucho del tiempo invertido voluntariamente por sus creadores y moderadores. En la comunidad de Google Plus Blogramé, son fundamentales las aportaciones de #Jerby (que me ha inspirado este post) y #Bolboreta para mantener un tono de vida en el grupo. Como este ejemplo seguro que conoceis muchos de personas que dinamizan otros foros, grupos de Facebook, etc.
Intervención comunitaria en la red
Muchos ven el Trabajo Social tradicional como una actividad muy burocratizada. ¿No sería conveniente que el Trabajo Social diera un giro y aprovechara las nuevas tecnologías, especialmente en su vertiente social y comunitaria?
En este sentido partimos de que la presencia y utilización de las nuevas tecnologías no elimina en ningún caso las reuniones y asambleas, todo lo contrario, puede ayudar a reforzarlas y hacerlas más dinámicas.
Esto no es ninguna novedad, ya se está haciendo. Una manera de hacerlo puede ser la creación de blogs. Para verlo claro, dejo aquí los enlaces a los blogs informativos de Marea Naranja Aragón y el Espacio de Promoción y Defensa de los Derechos Sociales. También desde estos espacios recibimos mensajes de WhatsApp con fechas de convocatorias, asambleas y concentraciones.
Otra posibilidad son los hashtags de Twitter. Para verlos podéis buscar el siguiente hashtag: #EresTrabajadorSocialSi y podréis ver la cantidad de gente que participó completando la frase. Gran iniciativa para visibilizar la profesión, al igual que el vídeo que se colgó en YouTube y encontraréis aquí.
Para terminar, menciono al profesor Manuel Castells, quien tiene muchos escritos relacionados con el tema que acabo de tratar. Es un sociólogo muy citado, con lo que podréis encontrar numerosas referencias sobre él.
Cualquier experiencia y opinión al respecto podéis plantearla en los comentario. Estaré encantada de interactuar contigo :)