Al igual que hace su pariente la golondrina, el pequeño avión común Delichon urbicum está realizando su viaje de vuelta a sus cuarteles de invierno en África. Ambas especies se dejan ver de vez en cuando en pequeñas agrupaciones, pero si la golondrina se concentra sobre todo en el campo, el avión común lo hace en pequeños pueblos y ciudades, ocupando los mismos entornos que durante la reproducción.
En estas concentraciones este pequeño maestro del vuelo se encuentra sobre todo en el aire, pero de vez en cuando se detiene a descansar en los edificios, adoptando las posturas más inverosímiles y agarrándose con sus pequeñas y frágiles patas a los rincones más inverosímiles. El avión común captura tanto insectos en el aire....
como posados en las fachadas y los intersticios de los ladrillos.
En la costa no se alcanzan los grandes bandos que he podido ver en algunos pueblos de montaña, con varios cientos de ejemplares, pero de vez en cuando se pueden alcanzar el centenar, como la que pude localizar hoy en la zona de Verdicio. Se puede ver el obispillo blanco tan característico de esta especie, así como la cola ligeramente ahorquillada.
La inmensa mayoría de las aves que se ven estos días son juveniles, con las partes superiores parduscas en lugar de azuladas, y las partes inferiores blanco sucio en lugar de blanco puro. Los adultos deben haber vuelto ya inmediatamente tras la cría, por lo que estos jóvenes migran probablemente sin guías, por puro instinto natural.´
El avión común se extiende por gran parte de Eurasia, invernando en el Sur de África y el SE asiático.