El Dr. Will Caster (Johnny Depp) es el investigador más importante en el campo de la Inteligencia Artificial, y está trabajando en la creación de una máquina sensitiva que combine la inteligencia colectiva de todo lo conocido con el rango completo de emociones humanas. Sus experimentos altamente controvertidos le han hecho famoso, pero al mismo tiempo le han convertido en el principal objetivo de extremistas anti-tecnológicos que, en su intento de destruir a Will, se convertirán inadvertidamente en los catalizadores de su éxito haciéndole partícipe de su propia trascendencia.
Wally Pfister, habitual director de fotografía de Christopher Nolan y ganador de un Óscar a la mejor fotografía por Inception, debuta como director de cine con Trascendence, ambientada en un futuro no demasiado distante, parte de unas tecnologías tan reales en la actualidad, como el reconocimiento de voz o facial, la conectividad de Internet y los potentes servidores que controlan todo tipo de información sobre nosotros, los ciudadanos.
Pero como película que es, en forma crítica sin perder el espectáculo visual, aborda tecnologías más experimentales como la nanotecnología y la conexión humana a la propia red. Sin distanciarse en su base técnica, lleva la parte visual a la ciencia ficción en estado puro, sobre todo en su desenlace.
Ayudado por el propio Nolan en tareas de producción ejecutiva, deja claro que detrás de su relación laboral también hay una amistad. De esta manera el debutante director ha tenido las puertas abiertas para conseguir la no menospreciable financiación de 100 millones de dólares, bien alta para un primer trabajo, aun con una reputación intachable como director de fotografía.
Además, de poder contar con un reparto de casi primer nivel y la realización de unos efectos especiales, no impresionables ni revolucionarios, pero si bien muy bien realizados. Y por supuesto, el alto reclamo que supone para los seguidores de Nolan que éste se haya involucrado en el proyecto.
Al ver la película nos damos cuenta de la fuerte influencia que ha ejercido Nolan sobre Pfister a lo largo de todos los años que han trabajado juntos. La esencia y la realización de Nolan asoman la mano en diferentes ocasiones, desde los aspectos técnicos a los de desarrollo e incluso a nivel visual en alguna aislada escena de acción.
Sin embargo, Pfister no es Nolan y los resultados finales no son los mismos, puede que los que esperan encontrar un film de la categoría del director de Memento, terminen decepcionados. Pero en defensa del debutante director, diré, que éste se desenvuelve bastante bien y, que de una forma totalmente autónoma, aplica al conjunto algunos toques propios dejando claro que no quiere vivir solamente del legado Nolan.
El título hace referencia a algo trascendental en el contexto de la película, pudiendo esto dar lugar a expectativas erróneas, la película no es para nada trascendental. Visualmente está bien realizada, no hay duda, pero no es nada que no hayamos visto antes. Y argumentalmente no aporta nada reflexivo o trascendental que dé lugar a debates sobre la misma, como pasó con Inception.
En ninguno de los dos casos aporta nada como para influir severamente en futuras producciones, así que, tal y como apuntaban las apuestas entre el fándom, no, no va a convertirse en una película de culto entre el público cinéfilo. De hecho, en más de una ocasión, su premisa recuerda vagamente a El cortador de césped, película dirigida en 1992 por Brett Leonard (Virtuosity) e interpretada por unos jóvenes Jeff Fahey (Planet Terror) y Pierce Brosnan (GoldenEye).
Con eso no quiero decir que el film no esté bien realizado, lo está. Los aspectos técnicos son notorios y el reparto hace una buena labor en general. Además, por primera vez en años Johnny Depp interpreta a otro personaje diferente, se aleja del rol gótico y estridente de las películas de Tim Burton. No es negativo ni positivo, es curioso de ver al actor en un rol diferente.
En el resto del reparto destacable, tenemos actores que ya han trabajado con Nolan, como Rebecca Hall (El último truco), Cillian Murphy (Inception, Batman Begins) o Morgan Freeman (Batman Begins, El caballero oscuro). Incluso Josh Stewart que hacía un papel menor en El caballero oscuro: La leyenda renace, tiene un sitio en Transcendence, en un papel menor y similar al mercenario de la Liga de las Sombras.
Rebecca Hall en el papel de Evelyn Caster, se muestra correcta y aunque su dramatismo no es de lo más aquejado, junto a Depp son los que llevan el peso interpretativo y dramático como pareja.
Cillian Murphy como agente federal no tiene mucho donde rascar, el guión no le deja hacer mucho más que en las secuelas de Batman Begins, aunque en aquellas su aparición era brevemente más intensa que las varias habidas en Transcendence.
Morgan Freeman como Joseph Tagger la mano derecha de Will es un personaje morfológico que cambia de bando cuando ve el peligro que corre la humanidad en la pérdida de control de Will. Por tanto, la influencia de Nolan va más allá de tareas ejecutivas.
Michael Danna (Truman Capote) crea una pieza muy sutil para la mayoría de escenas, bastante distanciado a lo que suele hacer Hans Zimmer en las películas de Nolan, notas muy resaltadas en las escenas cumbre.
Transcendence es trascendental dentro de un contexto argumental, no para el espectador, sin embargo, no se puede negar que la película está suficientemente bien realizada como para ser entretenida y no llegar a olvidar en su totalidad.
Puntuación Publicado por Machete en 21.6.14
Reacciones:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest Etiquetas: 3 Estrellas, Acción, Ciencia ficción, Drama, Intriga, Machete Machete Ayer era un hombre decente viviendo una vida decente. Ahora es un brutal salvaje que debe masacrar para mantenerse vivo.