(10/06/2010, Varsovia, EFE)
Las altas temperaturas (más de 30ºC), las basuras y los cuerpos de animales muertos acumulados en las aguas estancadas obligan a las autoridades a fumigar la capital.
Las zonas anegadas por las inundaciones en Polonia sufren ahora una plaga de mosquitos a causa de las altas temperaturas -más de treinta grados en varias zonas del país-, además de las basuras y los cuerpos de animales muertos arrastrados por las riadas y acumulados ahora en las aguas estancadas. "Hemos decidido que la fumigación se iniciará tan pronto como las aguas empiecen a bajar", explicó hoy la alcaldesa de Varsovia, Hanna Gronkiewicz-Waltz, que pretende prevenir así una plaga de insectos en la capital polaca.
La misma medida ya se está tomando en las zonas del sur de Polonia, donde la riada ha pasado y los trabajos de limpieza están siendo dificultados por la alta presencia de estos insectos y las temperaturas auténticamente tropicales.
Además de caldo de cultivo para mosquitos, las aguas estancadas son un foco perfecto para la generación de enfermedades como el tétanos, fiebres e infecciones estomacales, lo que ha hecho que desde el Ministerio de Sanidad se pongan en marcha programas para garantizar las condiciones de salubridad de los vecinos.
La regidora de Varsovia también reconoció que el elevado caudal del río hace que la situación siga siendo "peligrosa" para la ciudad, con los diques y las defensas "empapadas" por el agua del crecido Vístula.
La región más afectada por esta segunda ola de inundaciones -las primeras tuvieron lugar a finales de mayo- es la de Podkarpace (sureste), donde las primeras estimaciones señalan que alrededor de 42.000 personas se habrían visto afectadas.
Cerca de 15.000 viviendas y 73.000 hectáreas han quedado inundadas en esta provincia, con ciudades como Tarnobrzeg, donde el agua llegó a cubrir el 40 por ciento de su superficie, o Jaslo, donde un tercio quedó inundado.