(Varsovia, 14/02/2012, Reuters/EP)
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha prometido que impulsará una “impopular, pero necesaria” reforma para aumentar la edad de jubilación. La propuesta de Tusk es incrementar la edad de jubilación hasta los 67 años tanto para hombres como mujeres, como parte de un plan de austeridad que busca asegurar las finanzas públicas, una medida a la que ya se opone la mayoría de polacos según lo han demostrado las encuestas de opinión.
“Es nuestra mayor obligación asumir esta carga. Tenemos a un presidente que favorece estas reformas, tenemos casi cuatro años más en el cargo y ya hemos gobernado durante cuatro años. Tenemos que estar dispuestos a pagar el precio político”, ha afirmado Tusk en rueda de prensa.
El cambio subiría gradualmente la edad de jubilación que actualmente es de 65 años para los hombres y de 60 para las mujeres y llegaría al nuevo nivel en 2040.
Si no se logra, Polonia tendría que aumentar drásticamente las contribuciones a las pensiones de los polacos, así como el IVA sobre todos los bienes o reducir el pago de pensiones a la mitad, en promedio, para tapar el agujero en su sistema de pensiones, ha asegurado Tusk.
“Esta es una decisión muy difícil y sé que no va a despertar ningún entusiasmo en Polonia, pero finalmente alguien tiene que hacerlo”, ha explicado Tusk, cuya Plataforma Cívica (PO) ganó un segundo mandato consecutivo en las elecciones nacionales del pasado otoño.
Polonia gasta actualmente un 10,6 por ciento de su PIB en pensiones, en línea con Portugal y Alemania, según datos de la OCDE.
En 2010 había 6,5 millones de jubilados en Polonia en comparación con 18,1 millones de trabajadores y la proporción cambiaría a 12,2 millones y 12,7 millones en 2060 si el país mantiene su régimen actual de pensiones, ha advertido Tusk.