Una vez terminada la etapa reproductiva los carboneros garrapinos se tornan erráticos y se mueven por toda la campiña. Aparece entonces en sitios en los que no es habitual, aunque sigue prefiriendo los árboles como pinos o alisos. Rebusca entre el follaje en busca de invertebrados, pero no le hace ascos a las semillas, como este ejemplar que localicé hoy en el pequeño pinar de Moniello y al que sorprendí extrayendo algún que otro piñón.
