Con el carbonero garrapinos Periparus ater ocurre lo mismo que con otras especies de paseriformes que ya he comentado en el blog. En el conjunto de Asturias es una especie frecuente, en varios lugares es incluso la especie más abundante, como en muchas plantaciones de pinar. Sin embargo en Gozón se trata de un pajarín escaso, por la falta de hábitats adecuados. El garrapinos, como la mayoría de los páridos, está ligado a formaciones forestales, especialmente como ya señalé los pinares. En Gozón crían un puñado de parejas dispersas.
Una vez terminada la etapa reproductiva los carboneros garrapinos se tornan erráticos y se mueven por toda la campiña. Aparece entonces en sitios en los que no es habitual, aunque sigue prefiriendo los árboles como pinos o alisos. Rebusca entre el follaje en busca de invertebrados, pero no le hace ascos a las semillas, como este ejemplar que localicé hoy en el pequeño pinar de Moniello y al que sorprendí extrayendo algún que otro piñón.