Revista Cine

Un día perfecto (“A perfect day”) (3.0)

Publicado el 08 septiembre 2015 por Kike Morey @KikinMorey
Un día perfecto (“A perfect day”) (3.0) Para conocer el otro lado de la guerra

Lo más interesante de esta producción española -filmada en inglés- es mostrar lo que pasa más allá de las imágenes de destrucción y barbarie que suelen acompañar cualquier película de temática bélica. En "Un día perfecto" la acción se centra en un grupo de cooperantes que, a pesar de sus limitados medios, ofrecen todas sus fuerzas en pos de mejorar la difícil vida de los pobladores afectados, en este caso, por el conflicto en los Balcanes de la década de los noventa. La tensión se presenta cuando los obstáculos vienen de otros organismos que se suponen que tienen el mismo fin.

Basado en el libro "Dejarse llover" de Paula Farias, el reconocido director y guionista Fernando León de Aranoa -autor de "Los lunes al sol"- reúne un solvente reparto internacional que se convierte en una de las fortalezas del film. Benicio del Toro es el curtido líder de un equipo que tiene que sacar a un muerto del único pozo del pueblo antes de que éste se vuelva inutilizable. Se acompaña de Mélanie Thierry, experta en salubridad pero novata en misiones humanitarias y del divertido Tim Robbins, otro cooperante con mil batallas a cuesta, quien tiene una visión particular para solucionar las dificultades fuera de los cánones oficiales.

La principal problema de la película es que su argumento, atractivo pero sencillo, queda corto para un largometraje de 106 minutos de duración. A excepción del último cuarto de hora, el desarrollo es lento y algunas de las tramas secundarias -como la tensión sexual entre Del Toro y Olga Kurylenko, otra veterana cooperante que se integra al grupo a mitad de la película- no aporta nada al tema principal. Quizás es ese ritmo pausado lo que revaloriza a la discordante banda sonora -criticada por algunos-, con música de Ramones, Marilyn Manson y Lou Reed. Su estridencia anima las escenas de largos recorridos y solitarias carreteras.

Aunque está catalogada como comedia dramática, no tiene tanto ni de lo uno ni de lo otro, aunque existen algunos -pocos- diálogos que logran sacar una gran sonrisa. Filmado en las montañas de Granada, es destacable la fotografía de Álex Catalán -ganador del Goya del 2014 por "La isla mínima"- y el trabajado diseño de producción que nos traslada con acierto a un recóndito paraje de la antigua Yugoslavia. A pesar de sus flaquezas, es una película que deja una buena sensación al salir de la sala.

Un día perfecto (“A perfect day”) (3.0)

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