La Dama del Almudí es esa mujer que, en el frontispicio del murciano palacio del Plano de San Francisco, amamanta a un niño extraño mientras los propios esperan su turno. En la antigua Roma, Luperca era la loba que, según la mitología, amamantó a Rómulo y Remo, los fundadores de la ciudad, en peligro de muerte por orden del rey Amulio. Curiosa similitud entre la matrona murciana y la loba capitolina.
Cuenta el periodista Enric González en sus ‘Historias de Roma’ que hay pocos paseos tan placenteros como una caminata nocturna por el centro de la que llaman la Ciudad Eterna. Y detalla que “en especial, las zonas más cercanas al río, con las matas silvestres que crecen junto a los muros, la iluminación tenue, la suave atmósfera de pueblo pequeño y adormecido, está hecho para la nocturnidad. Vale la pena salir a caminar de madrugada, cuando la Fontana de Trevi o la armoniosa Piazza Farnese esperan en soledad y los gatos se hacen dueños de las calles”. Salvando la distancia, propongo un paseo alternativo en la noche murciana desde la plaza de Santo Domingo, por la Trapería hasta la plaza de la Cruz, que nominalmente está dedicada al pintor Hernández Amores, y a través de los soportales de la Catedral, desembocar en la imponente plaza del Cardenal Belluga.
En la capital italiana rivalizan dos equipos de fútbol: el Lazio y la Roma. El primero, fundado en 1900 y el segundo, en 1927. El último ‘scudetto’ de los tres que atesora la Roma lo consiguió en la temporada 2000-01 con Fabio Capello en el banquillo y Batistuta, Montella y Totti sobre el campo. Aquello fue un paseo militar desde la primera a la última jornada, obteniendo 75 puntos –dos más que la Juventus de Turín–, récord en un campeonato de 18 equipos. Es la quinta escuadra de Italia con más ‘tifosi’, tras la propia Juventus, el Milan, el Inter y el Nápoles. Uno de los más conocidos fue el músico y director de orquesta Ennio Morricone, fallecido a mediados de 2020 tras componer más de 500 bandas sonoras de otras tantas películas, algunas inolvidables. ‘La Loba’, como también se conoce al equipo romano, ha jugado 90 temporadas en la Serie A y solo una en la B.
Estos son algunos trazos de la historia de un gran club que hace ahora cuatro años lanzaba un SOS en apoyo del Real Murcia y al que unos 600 hinchas romanos respondieron de inmediato comprando 10.000 acciones del club grana. En las redes sociales, la Roma irrumpía así en auxilio del Murcia: “Un equipo en una situación crítica que está luchando por su supervivencia. Necesita ayuda”, clamaba el escueto mensaje en Twitter.
En otro de sus libros imprescindibles, ‘Historias del Calcio’, Enric González elogió la figura de Francesco Totti, ‘Il capitano’, Bota de Oro en 2007 por sus 26 goles de esa temporada en la Serie A, un caso atípico de fidelidad a unos colores en el fútbol contemporáneo, tanto por sus genialidades como por su capacidad de liderazgo. Cuando el Real Madrid de los galácticos, con Florentino Pérez a los mandos, pretendió ficharlo, Totti se sentó con su familia y mantuvo con ellos una larga charla. “Me recordaron de qué va la vida y que tu hogar es todo. Que Roma es mi familia, mis amigos, la gente que quiero. Roma es el mar, las montañas, los monumentos. Roma somos los romanos. Roma, para mí, es el mundo”, dejó a modo de reflexión al retirarse y tras su, para algunos, inexplicable negativa a jugar en el Bernabéu.
Es solo un ejemplo de la clase de gente que rodea a ese club legendario, que lejos, en la distancia sideral, fue capaz de lanzar entonces un salvavidas a un modesto aunque histórico equipo para salir a flote, que todavía hoy pelea por reverdecer sus laureles, en lo que fuera, como una vez escribiera Umberto Eco, un hermoso caso para un náufrago, aquel que aspira a posar los pies en lugar sólido y procurar tierra firme al alcance del brazo.
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