Gracias a DeAPlaneta, pudimos asistir al preestreno de la película “Un invierno en la playa” de la cual vamos a presentaros la crítica a continuación. Esta película entra dentro del género de la comedia y está protagonizada por Greg Kinnear, Lily Collins y Jennifer Conelly. La película nos ofrece con una perspectiva un tanto conmovedora y ácida las relaciones de una familia de las de ahora, donde los miembros de la misma quieren redescubrirse unos a otros. A pesar del divorcio, la paternidad o el camino hacia la madurez, los lazos entre las personas se convierten en lo más importante. Josh Boone es el director y guionista de la película que se estrenará el próximo 14 de Junio en los cines.
Por Xavi Capadocius
Escribir es una satisfacción para el que tiene facilidad para plasmar sus pensamientos y sensaciones. Un don para algunos y un imposible para otros. De nuevo, me encuentro ante una película que tiene dos visiones posibles con momentos entrañables y otros momentos de sensiblería facilona precocinada por un guión a todas luces predecible.
Pero no os asustéis, “Un invierno en la playa” no es una mala película. Es divertida e invita a la reflexión. Tiene momentos que pueden llegar a tocar la fibra de los que van al cine a sentir y puede pasar sin pena ni gloria para los que aposentan su trasero en la butaca sin dejar su ojo crítico colgado en la puerta.
Un escritor de renombre (encarnado por Greg Kinnear) que lleva varios años divorciado no habiendo superado la ruptura convive con sus hijos a los que ha estado motivando para escribir sus primeros libros y tiene encuentros sexuales con la vecina. La hija mayor (Lily Collins) en edad universitaria, con una mentalidad completamente en contra del amor y las relaciones duraderas, publica un libro lleno de promiscuidad y morbo llegándole el éxito de repente. El hijo menor (Nat Wolff) descubre el amor de forma inesperada y acumula experiencias para desarrollar sus propias dotes creativas. Y una exmujer (Jennifer Connelly) que convive con su nueva pareja tras abandonar a su familia y está sumida en un mar de dudas.
La película nos muestra la capacidad o incapacidad que tiene el ser humano para reescribir su vida y rehacerse ante los fracasos y adversidades. De las mentiras que ponemos ante los demás para proteger nuestro verdadero yo y de la esperanza que nos dan las segundas oportunidades que no terminan de llegar.
“Un invierno en la playa” es una película agradable de ver que nos puede hacer reflexionar sobre las relaciones humanas y la fe que creímos perdida pero que siempre mantuvimos. Fe en nosotros, fe en los demás y una esperanza que a pesar de no ser creíble en todo momento es una buena influencia en los tiempos de cine de pandereta que corren.