Nadie quiere meterse en líos. No está el horno para bollos, así que con menor motivo para madejas. Pero hay líos que resultan provechosos. Uno entra con la mente abotargada y, después de una sesión de hedonismo en grado sumo, sale renovado, con ese aire de graciosa indiferencia que se tiene cuando logras abstraerte hasta el punto de dejar a un lado el correo electrónico, las llamadas del jefe, las malas caras del supuesto compañero y, en fin, las putadas de la vida.
Descubrir la Taberna El Lío ha sido uno de los mejores regalos navideños que me podían hacer. Un sitio elegante, con aire decimonónico en la decoración pero con un concepto muy acorde a estos tiempos de "entrecrisis" (de una crisis a otra más grande, y tiro porque no me queda otra): productos de calidad a precios asequibles.
Desde que vi las fotos (hechas por mi santo, of course) de estas croquetas se me abrió la boca del estómago de par en par como si la gula cruzase por el pasillito a modo de Moisés en el Mar Rojo. Y como la realidad supera a la imagen que obtenemos de ella (lo siento, Javi, pero todavía no has inventado las fotos con sabor), hoy puedo decir que son de las mejores croquetas que he probado jamás (y eso que he probado muchas y que a las de mi señora madre es difícil hacerle la competencia).
¡Pero ay cuando llega el bacalao! Piezas tiernísimas, en su punto justo de sal, frititas en un adobo que sabe a sur, con un regustillo sutil y delicado y, por supuesto, sin una maldita espina. Bestial.
Y en estas que llegamos al postre: una copa de chocolate con base de brownie que haría abdicar de la religión proteínica al mismísimo Dukan.
No sigo porque mis jugos gástricos están amenazando con tomar la tecla y es algo que mi orgullo no puede permitir, así que les recomiendo que prueben ustedes mismos. Si no quedan satisfechos, les devuelvo el tiempo de lectura de este post (en efectivo, incluso).
Taberna El Lío
c/ Arrieta 5 (Madrid) - Metro Ópera
Reservas: +34 915 591 014
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