
Hace unos días leía un más que interesante artículo de Francisco Sáez (@FranciscoJSaez), el creador de FacileThings, donde se preguntaba si la productividad personal es realmente una nueva moda, o se trata de algo más que eso. Su conclusión es clara: no se trata de ninguna moda, sino de una solución nueva para los nuevos problemas que nos toca afrontar actualmente.
Francisco y otros blogueros han escrito muchísimo y con muy buen criterio sobre el tema, en un intento de hacer entender a los llamados “trabajadores del conocimiento” la importancia de saber organizarse, fijarse objetivos claros y valiosos –tanto profesional como personalmente–, y reducir el estrés al que la mayoría se ve sometido diariamente. El trabajo a dado sus frutos, pues en los últimos meses han proliferado los blogs que hablan de GTD y productividad en español, y cada vez más personas se empiezan a interesar por el asunto.
Desde el punto de vista del “buzz” –ruido– que está generando GTD y otras técnicas de organización, desde luego que sí podemos hablar de una moda. Resulta todavía más patente porque muchos de los que se ven impulsados a probar este o aquél método terminan abandonando. Algunos incluso alegan que GTD, por ejemplo, lejos de facilitarles la vida les genera más estrés y sobrecarga de trabajo. Así que lo usan durante un tiempo, motivados por alguna lectura o por los consejos de un amigo y, transcurrido un breve lapso, finalmente se olvidan de ello para siempre.
Para estas personas sin duda se trata de una moda. Pero a muchos de nosotros la productividad personal nos ha cambiado la vida radicalmente. No se trata de una curiosidad, sino de una herramienta potentísima que, sabiamente utilizada, permite que cualquiera –no sólo directores o ejecutivos de empresas–, pueda tener una vida mucho más plena.
El problema fundamental, y por lo que pienso que todavía se sigue considerando que la productividad personal es otra más de las modas secundadas por gente geek o frikie, es que aún falta mucha información práctica respecto a cómo aplicar los principios a la vida de la gente común. En este sentido, los que nos dedicamos a escribir, enseñar y difundir sobre estos temas tenemos una gran responsabilidad, y aún mucho trabajo por delante.
Ahora más que nunca mi misión en este blog –y en el resto de proyectos que ya tengo en marcha–, es ayudar a todo el que quiera mejorar su forma de hacer las cosas, alcanzar sus metas y vivir una vida sin estrés. Y desde aquí invito a todos mis colegas blogueros y lectores a redoblar el esfuerzo de difusión, dando ejemplo con su propia experiencia diaria. De esa forma quizá consigamos que la productividad personal deje de ser considerada una moda, y llegue a convertirse algún día en parte integral de la formación de cualquier persona.
Si lo logramos, no sólo viviremos rodeados de personas más felices y plenas, sino que toda la sociedad podrá beneficiarse de los increíbles avances que se producirán en todos los campos gracias a la explosión de la creatividad de sus individuos. Sé que suena utópico, pero hoy he querido permitirme soñar un poco –o como decía mi padre, “no voy a ser pobre hasta para pedir” ;-)–.
Y tú, ¿crees que la productividad personal es una moda? ¿Cómo podemos convencer a la gente de que se trata de una herramienta muy potente? Comparte tus ideas en un comentario.
Artículo original escrito por Jero Sánchez. Sígueme en Twitter.
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