No podemos negar que lo primero que nos atrae de un libro del que no teníamos ningún conocimiento previo es su portada. Si a esto le unimos una cuidada edición y un argumento que te atrapa nada más leerlo, ese libro tiene todas las papeletas para venirse a casa con nosotros. Y si además la historia resulta ser muy buena se convertirá en un pequeño tesoro. Este es el caso de Un monstruo viene a verme, que se basa en una idea de Siobhan Dowd, una escritora con gran talento que por desgracia nos dejó en 2007 por culpa de un cáncer. Su primera novela llegó a las librerías en 2006 y el resto, incluyendo esta, fueron publicadas póstumamente. Patrick Ness ha sido el encargado de llevar a buen término esta historia inacabada de Siobhan, haciendo un gran trabajo con sus notas.
En la novela conoceremos a Conor O’Malley, que una noche tiene una pesadilla diferente a todas las anteriores. Esta noche hay un nuevo monstruo y Conor no está seguro de si es parte del sueño o no. Pero de cualquier manera, este es el monstruo que siempre ha temido. Este monstruo, representado en un árbol de tejo, le dice que le va a relatar tres historias. Y que luego Conor deberá contarle a él una historia real. Si no lo hace, entonces el monstruo se lo comerá vivo.
Entré en este libro esperando una historia de miedo llena de pesadillas y verdaderamente aterradora, y en cierto modo fue así, pero no como me imaginaba. Y a pesar de ello es una historia estupenda, a la par que conmovedora, sobre la superación de la tragedia, la culpa y la negación. Los personajes son creíbles y reales, incluso el monstruo que claramente no lo es. El estilo de Ness es evocador, las reflexiones tienen el tono perfecto, la trama es desgarradora y todo esto se enmarca en un contexto turbador, que evocan el miedo, la ira, la angustia y la desolación de un joven adolescente. Nos encontramos ante una de esas novelas que nos hará recordar nuestras propias experiencias en la vida, y que refleja la humanidad de una manera clara y conmovedora. Además, sus 215 páginas hacen de él un libro muy accesible incluso para los no-lectores, puesto que es corto y muy fácil de leer.Se trata de una edición muy cuidada en tapa dura con un dibujo de una medianoche entre tonos negros y azules, las guardas llenas de dibujos de agujas de tejo, y con una sobrecubierta de letras plateadas. Las ilustraciones en blanco y negro de la novela ayudan a solidificar el dolor y el caos en la vida de Conor, y corren a cargo de Jim Kay, un artista british que ha trabajado en multitud de proyectos, entre los que se encuentran la edición británica de El Atlas Esmeralda, de John Stephens, o el Ministerio de Pandemonium, de Chris Westwood. En algunas páginas el texto es blanco sobre unos dibujos oscuros y en ocasiones los dibujos son la historia, haciéndonos resoplar con cada vuelta de página.Creo que este libro, publicado por Debolsillo, merecía no haber pasado tan desapercibido en su publicación a finales del 2012 en España. Por suerte, y gracias al boca a boca, está siendo descubierto por muchas personas de todas las edades. Y sin duda, merece la pena.