Pues a pesar de los pesares a uno lo de escribir, aunque sea con constantes faltas de ortografía y una dosis demasiado elevada de "mala leche", le relaja y le ayuda. Pido disculpas por mi desatención a la cosa del blog pero el invierno a llegado y este año viene duro... vamos que no me encuentro bien. Pero hay que seguir, hay que luchar así que.... al grano.
Resulta que hacia tiempo que quería hablar de un vino y un proyecto que me parecen de lo mas llamativo, en su nivel, pero sobre todo dentro de la DO que lo alberga. Se trata de Manuel Formigo y sus blancos en O Ribeiro.
No tengo mucho que añadir a un pasado "glorioso" (esto es ironía) en una de las denominaciones que durante décadas mas hizo por desprestigiar, vilipendiar y desnaturalizar sus vinos, al extremo de que se llegase a asumir que la equiparación de la denominacion "Viño do Ribeira" era sin duda sinónimo de pésimo producto en grandes cantidades. Pero resulta que aún así, a pesar de los pesares y por encima de todo, gracias a la natural calidad de unas uvas extraordinarias, el producto en si resistió al maltrato de sus manipuladores. Y aquí llegamos al momento presente.
No se muy bien porque pero la "ola" de interés por lo nuestro, de rescate y respeto a lo mas tradicional (que no tiene nada que ver con el vino de barril, la "cunca" y el blanco "con mosca") a hecho que surjan en esta DO vinos mas que reseñables. Viña de Martín o sus tintos A Torna dos Pasas, Casal de Arman hasta hace unos años al menos, Costeira, de modo mas publicitario pero con ciertos resultado reseñables (Me refiero a Colección Costeira... Viña Costeira es harina de otro costal) han conseguido dar un aldabonazo al modo en como se veía, en la misma Galicia, una DO siempre a la sombra del "gigante" Rías Baixas, tan cerca y tan diferente.
Dejando a un lado los divismos y las meteduras de pata, dentro de ese clima descrito mas arriba llego a la DO Manuel Formigo. Solo tuve ocasión de hablar con el una vez. Persona joven, con las ideas claras y que sabe lo que quiere y como conseguirlo, eso me pareció. En su bagaje están un tiempo bastante reseñable al lado de Miguel Ángel de Gregorio (Finca Allende, Aurus, Calvario...) dentro todo de su formación como Enólogo de carrera. Y así llegamos al vino...
La bodega elabora varios (Finca Teira, Teira X) pero a mi me tiene totalmente subyugado el básico de la casa Formigo de 2008. Un 40% de Treixadura, otro 40 de Palomino y lo demás a base de Godello, Albariño y Loureira. Un cuadro que me transmite una frescura inusitada, de acidez mas que correcta para un Ribeiro del año, afrutado, matices de hierba fresca y sencillo aunque con personalidad. 11.3º que practicamente ni se transmiten en el trago. Y económico hasta lo escandaloso
(5.90€ en tienda especializada).
No es, y quiero matizarlo, ni un Viña de Martín, ni un Arman sobre Lías ni por supuesto ninguna otra casta de megamaxisuper vino de estos legendarios y tal. Pero entra y de lleno en mi pabellón de los "Vinos Honrados" que son vinos por propio derecho y que juegan en otra división que nada tiene que ver con la de Viña Costeira y otros... salvo en que cuestan parecido ofreciendo el triple de calidad, claro.
Otra cosa. Resulta que leyendo a mi respetado Manuel Camblor me topo con que un vino al que yo hacia mas frances que Mitterrand se elabora en Francia (en la región fronteriza de Jura) con uvas autóctonas del lugar (la Trousseau) y ete aquí que el bueno de Camblor revela que se trata de la misma variedad que en Portugal y Galicia denominamos como Bastardo. La uva que cada vez en mayor medida ayuda a afinar y potencia vinos en Valdeorras o Monterrei (donde también es conocida como María Ardoña) resulta que es primordial en el Stéphane Tissot, Trousseau “Singulier”, Arbois de 2006 del que hablar Camblor en su blog.
Pero aún hay mas. La misma Bastardo, por razones que ignoro, es también parte de las uvas permitidas en la DO´s Canarias (Abona, El Hierro, La Palma, Tacoronte-Acentejo, Valle de Güimar, Valle de la Orotava e Ycoden Daute Isora, donde se conoce como Bastardo Negra). ¿Como llegó?, ¿quien la llevó?, ¿no quedamos que era autóctona gallega?, ¿Seguro?. Tal vez este confundido pero, coincidencias como estas, en una uva y unos vinos, además, tan interesantes, me resultan cuando menos clarificadoras de lo pequeño que termina siendo este aparentemente descomunal mundo del vino.