(COLPISA,, Varsovia, 18/08/2010, Néstor Tazueco)
La tensión en torno a la cruz de madera enclavada frente al Palacio Presidencial de Varsovia en el centro de la ciudad por un grupo de scouts en memoria de Lech Kaszynski (anterior ocupante del inmueble, fallecido trágicamente hace cinco meses en la catástrofe aérea de Smolensk) está adquiriendo tintes violentos peligrosos. El martes, un hombre contrario al símbolo amenazó con hacer estallar una granada de defensa F1 si no abandonaban el lugar. Afortunadamente, el artefacto estaba desactivado y fue rápidamente detenido por los policías apostados para mantener la calma en el lugar.
Un momento peligroso que marca el punto álgido en la radicalización que está viviendo esta inverosímil historia. Hasta el martes, los grupos de extremistas católicos que acampaban a los pies del crucifijo exigiendo su mantenimiento allí hasta que se sustituya por un monumento conmemorativo en el mismo punto exacto y sus opositores habían protagonizado choques verbales y provocaciones, muchas veces con una gran carga burlesca.
Han aparecido canciones, juegos y se ha realizado un mural en un edificio cercano que representa un Cristo crucificado sin soporte que suplica: “Devolvedme la cruz”. Ha surgido una corriente pop con miles de jóvenes seguidores y artistas que buscan frases o ideas lo más provocativas posibles: “Si ellos cantan sus rezos y nos obligan a tener un símbolo religioso en la vía pública, cuando somos un país laico, porque les da la gana, nosotros también podemos utilizar el humor para hacerles sentirse incómodos”, se justificaba un joven participante en una manifestación pactada en Facebook a principios de agosto. Un hombre de 71 años fue detenido tras lanzar un bote de cristal lleno de heces contra la placa conmemorativa de las víctimas junto a la cruz y sus seguidores.
El hecho marcó un antes y después tras más de un mes lleno de jornadas en los que se han vivido manifestaciones diarias de un bando y de otro. Un asunto del que el nuevo presidente polaco, Bronislaw Komorowski, ha procurado mantenerse lo máximo posible al margen, aunque ha manifestado que le parecería “muy extraño” tener un mausoleo frente las ventanas del Palacio Presidencial, “aunque este es un tema que deberá resolver la Iglesia, el pueblo y el Ayuntamiento de Varsovia”.
De momento ya existen cuatro proyectos oficiales de sendos artistas para realizar la obra si finalmente así se decide. Desde las fuerzas del orden público se ha hecho un llamamiento para que cesen los ataques violentos de esta semana y se ha reforzado la presencia policial, aseguraron desde el consistorio de la capital. En los últimos cinco días han estado apostados en las inmediaciones hasta 300 oficiales de la policía, que supone un gasto aproximado a los 100.000 euros y que está influyendo en el aumento de pequeños delitos en otras zonas de la ciudad por la escasez de efectivos.