→ Una Estrella en mi Jardín - W. Davies

Una Estrella en mi Jardín 

Wendy Davies 

Autor: Wendy Davies Titulo: Una estrella en mi JardínEditorial: KiwiLibro: autoconclusivoNº de páginas: 504Sinopsis: Algunos dicen que el miedo no es real, otros que la locura no puede ser lógica y luego están los que se atreven a asegurar que una estrella no puede vivir en un jardín. Claro que ellos no conocen a Alicia Little, una chica que tiene fobia a la gente y que vive escondida en casa de su abuelo hasta que una historia, una estrella, un armario y un nuevo vecino cambian su pequeño mundo de mentiras y la retan a vivir en el mundo real. Charlie le ensenará a fotografiar quizás a través de sus dibujos, a creer en seis imposibles antes del desayuno y cómo una persona puede hacerte sentir diminuta o gigante en el tiempo que tarda en caer al suelo un bote de mermelada, incluso cuando el miedo se empeña en hacerte invisible. ¿Podrá Alicia amar algo que teme? ¿Será la curiosidad más grande que el miedo? Pierde el miedo y déjate seducir por este homenaje a Alicia en el País de las Maravillas cargado de quizás, pero cuidado; al miedo le encanta robar sueños.

Reseña | Mi Opinión

Una estrella en mi jardín es la precuela o segunda entrega de "Recuerda que me quieres" escrito por dos chicas lindisimas que se ocultan tras el nombre de Wendy Davies, la protagonista de la primer historia. La diferencia radica en lo que este libro se trata, una trama totalmente contraria a lo que nos encontramos en la primera entrega. Los niños perdidos solián juntarse en la guarida, pero tras la partida de Peter, su capitán, el barco de estos fieles amigos quedo a la deriva y ellos sin saber que hacer, esperaron un milagro llamado Wendy que viniera a rescatarlos. Charlie, quién era el navegante más conocido y quién se caracterizaba por ser la alegría y las bromas del grupo se fue apagando como una vela en una noche de tormenta. Con un escurridizo soplido su vida se tambaleaba entre lo irreal y el mundo en el que vivíamos. Después de la muerte de su madre, la intempestiva partida de Peter y de caer en cuenta de que su perfecta vida llena de magia se iba desvaneciendo; decidió que era momento de huir del pasado que le atormentaba día a día e independizarse, así como los adultos lo hacen. Al llegar a su nuevo condominio conoce de vista a sus rarisimos vecinos y por el rabillo del ojo, la ve. Una chica atemorizada con una pizca de inocencia y curiosidad viéndole desde la ventana. Tras algunos sucesos muy divertidos la historia va tomando forma, haciéndonos caer en el halo de magia característico de estas chicas, uniendo al País de las Maravillas con Nunca Jamas. 

¡Cita que me encanto!

¿Por donde empiezo?
Hay libros especiales, de esos que te sacan una sonrisa cuándo los mencionan. De esos que te abren los ojos y otros que te recuerdan a alguien. 
"Recuerda que me quieres" lo leí en una etapa muy difícil de mi vida, y siendo así, se acoplo a lo que en esos momentos me pasaba, creo que por eso le tome mucho cariño a las autoras. Por que sus palabras me abrazaban y me daban una palabra de aliento. 
Una estrella en mi Jardín no hizo más que volver a agarrar ese cariño a una persona que no conoces, sabiendo además, que sus palabras, sus frases, su imaginación es parte del mundo que creó para ti. Su fiel lector.
Esta historia me pareció muchisimo más romántica que la primera, sobretodo porque enseña el poder curativo que tiene el amor, así cómo los sacrificios que puedes hacer por la persona que amas. 
Lo dije en la primera reseña, los personajes de estas historias están creados bajo un perfil completamente realista, completamente maduro y sobretodo, completamente real.
Es cómo si tus amigas te contarán su historia de amor, por que llega un momento en donde de verdad crees lo que esta escrito y comienzas a suspirar esperanzada con que al final queden juntos. Esas son las historias que disfruto, más cuándo tienen ese halo de magia característico de Wendy Davies. 
Hacer un retelling de una historia muy conocida, es difícil. Más porque no sabes cómo lo tomará la gente, si gustará esta nueva faceta. Cómo meterte de lleno en algo sin ofender la memoria del autor u ofender a los fanáticos de la obra. 
Es un trabajo difícil, de mucho esfuerzo pero que realmente vale la pena, así como el leerla y ser el espectador del momento preciso cuándo El País de las Maravillas se conecta magicamente con la Isla de Nunca Jamas y forman, más que el País de las Maramas, el mundo de ensueño de nuestros dos protagonistas. 
Probablemente la historia es larga, son más de 500 páginas pero cada una de ellas vale la pena, porque no es una trama tediosa. Cada capítulo te pone en suspenso queriendo descubrir el final de esta maravillosa historia. El detalle de los poemas, las frases en cada capítulo, los dibujos grandiosos, los "cameos" de frases de los libros de J.M Barrie y Lewis Carroll, las coincidencias de un mundo con el otro y sobretodo, el humor que tiene el libro. 

Es un sueño y un placer toparte con lecturas de este tipo, que abordan temas tan dificiles cómo la no aceptación al uno mismo, el miedo-temor a lo desconocido, la soledad después de la muerte, la perdida, el engaño... temas que normalmente se pierden en el tabú pero que con este tipo de historias pueden ayudar a muchos lectores que probablemente estén pasando por lo mismo. Y es lo hermoso de esto, que abordan temas dificiles disfrazados de momentos mágicos. 
Y se me olvidaba aclarar, el que las autoras dejen una nota al lector, me mata. No saben cuánto llena el corazón leer que el autor te agradezca a ti por leerlo! Bueno, Wendy Davies... les agradezco yo a ustedes por mostrarme este mundo mágico lleno de historias reales con personajes de cuentos. 
Insisto en que primero lean "Recuerda que me quieres" par poder continuar con este libro, se aclaran algunas dudas que teníamos en la primera entrega. Así como recomiendo la historia a cualquier fanático de los clásicos infantiles, es un retelling muy muy original pero con otra perspectiva.
Ohhh! Y casi me olvidaba del final! Me sorprendió muchisimo!!! Si yo hubiera sido el señor Davies, corró a ese intruso a patadas. Fin. jajajaja
Saludos, Max.