Juan Diego Mora (@Juandi_Mora)
Hacía tiempo que no me sumergía en una novela sobre bufetes, demandas, opas y demás papeleos. A la persona que es ajena a estos estudios le cuesta entrar en un mundo donde las leyes se unen con las lagunas legales y se rematan con la vida en el límite entre lo licito y lo ilícito. Sin embargo, en'El bufete', Borja Martínez-Etxevarría cuanta una historia de egos, del enfrentamiento de dos profesiones parecidas. Dos carreras que se esfuerzan por contar la verdad: el periodismo y el derecho.
El autor un abogado 'intruso', como el mismo se define, en el mundo del periodismo es capaz de hacer entendible todo el mecanismo legal que aparece en la obra. La facilidad para llevar las leyes al lector no docto y en el ritmo narrativo, casi cinematográfico, recuerda en algún momento al gran John Grisham. Es la primera novela del autor y con ella ha conseguido el Premio Abogados de Novela 2012 que con anterioridad ganas un autor de reconocido como Juan Bolea.
Alberto Spínola, un joven y prometedor abogado, llega a la sede madrileña de uno de los bufetes más prestigiosos del mundo, Kline & Burbridge, y pronto encandila a los socios más destacados del despacho entrando en grandes operaciones. Hasta tal punto confían en el joven talento que forma parte del equipo de un importante trabajo: asesorar la compra de la petrolera más importante de España por parte de la multinacional GlobalHerz. Este es el punto de inicio de una novela que enfrenta a los tiburones de los despachos con la indagación periodística.
El conocimiento del autor del mundo del periodismo ha facilitado la creación de Berta, una periodista audaz, cabezona y valiente que busca la noticia como si le fuese la vida en ello. Para mi personaje fundamental, puede que me parezca así porque comparto profesión con la redactora de El Financiero, del que se le podría sacar más 'miga' en novelas posteriores. Martinez-Etxevarría cuenta con simpleza como es el trabajo dentro de un periódico de tirada nacional y como una bomba como la noticia de una opa pone en marcha la maquinaria de una redacción.
Las comparaciones entre abogados y periodistas en esta novela son necesarias. Nicolás Verde, afamado abogado, luchará por sacar adelante, y sin filtraciones, la operación en busca de gloria. En el otro bando, Berta intentará averiguar todo lo posible.
Algo huele mal en ese bufete. La investigación dará con los culpables y el final cinematográfico, al que me refería con anterioridad, hará que el lector disfrute de una buena novela de abogados. (y periodistas, si me permiten)