Note: There is a rating embedded within this post, please visit this post to rate it.
Roger (Andy Lau) es un productor de cine. La persona más importante en su vida no ha sido ninguno de sus padres, sino Ah Tao (Deannie Yip), la cuidadora de la familia durante más de 60 años. Ahora, ya anciana, Ah Tao empieza a sufrir los achaques de la vejez. Necesita que estén por ella. Roger recoger el guante y la cuida con el mismo cariño y con la misma dulzura con la que ella le cuidó a él cuando era un niño. Una película tierna y maravillosa que se presentó a concurso en la Sección Oficial del Festival de Venecia del año 2011.
Calificación: 7,573.
Ficha:
Título Original: Tao jie (A Simple Life).
Directora: Ann Hui.
Guionistas: Susan Chan, Yan-lam Lee.
Intérpretes: Andy Lau, Hailu Qin, Fuli Wang, Deannie Yip, Anthony Wong Chau-Sang, Chapman To, Hark Tsui, Sammo Hung Kam-Bo, Paul Chun, Tin Leung, Man-sze Yu, Eman Lam, Elena Kong, Chi-san Chan, So-ying Hui.
Productores: Pui-wah Chan, Ann Hui, Yan-lam Lee.
Fotografía: Nelson Yu Lik-Wai.
Música: Wing-fai Law.
Montaje: Chi-Leung Kwong, Manda Wai.
Diseño de Producción: Albert Poon.
Diseño de Vestuario: Boey Wong.
País: Hong Kong.
Lugares de Rodaje:
Fechas de Rodaje: De Febrero de 2011 a 06-04-2011.
Año: 2011.
Duración: 117 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Drama.
Estreno: 20-12-2013.
Distribuidora: Surtsey Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica:
23-12-2013 – JOSU EGUREN
Arrugas
No son Harold y Maude, pero entre Ah Tao y Roger existe una complicidad que activa el recuerdo de la relación que unía a los protagonistas de la célebre historia de amor intergeneracional de Hal Ashby. Ahora bien, “Una vida sencilla” habla de otro tipo de amor, distinto, pero tan intenso que sólo en manos de una directora dotada con la discreta elegancia que caracteriza a Ann Hui puede esquivar la condición de melodrama lacrimógeno a la que parecía predestinada.
Película de contrastes, sugeridos, nunca subrayados, en la que la directora china dispone la cámara a la distancia precisa para desnudar la intimidad emocional de los internos de una residencia para ancianos terminales sin violentar su lógica dramática. El escenario juega en contra de la experiencia vital, y sin embargo, los encuentros entre Ah Tao y Roger van calando en el espectador para empaparlo del humanismo contagioso que desprende la protagonista (ganadora de la Copa Volpi en el Festival de Venecia), una mujer que ha servido con pasión a la misma familia durante más de sesenta años. Hui afina la mirada para alumbrar los detalles de una relación que se desvela fotograma a fotograma, en paralelo a una estructura cuasi metacinematográfica en la que se infiltra con la prudencia del viajero accidental que aterriza en un país extraño. Las razones de este cruce de escenarios las encontramos en el guion firmado por Roger Lee (Yan-lam Lee), un veterano productor hongkonés que se ha puesto en manos de Hui para que ésta indague en la naturaleza privada de sus memorias. Y la directora relata la historia de amor y admiración, pero también es testigo de la soledad que aflige a un hombre que ha aplazado la posibilidad de una vida en pareja para perseguir el horizonte insatisfactorio de una carrera profesional. Brillante, especialmente en la escena en la que Hui se niega a manipular el dolor encerrándolo en el paréntesis de una elipsis tan sencilla como ejemplar.