Revista Insólito

Vacaciones ibéricas

Por Yoisasi

VACACIONES IBÉRICASSe ha creado la fama de que todo españolito de clase media toma sus vacaciones solamente en agosto. Lo que se supone que sería un mes para descansar del bullicio, el trabajo, el estrés y la presión y tomarse la vida con más calma para reencontrarse con uno mismo, acaba yendo a los sitios más concurridos, es decir, playas atiborradas de gente, restaurantes que no hay ni un hueco para sentarse y lo único que te ofrecen es fritanga, hoteles saturados donde el descanso es imposible porque tu cama está pegada a la del vecino (ya lo vivimos diariamente en nuestra propia casa) y oimos todos sus trejes y manejes.
Sería un mes para desconectar y en cambio acabamos más estresados que en invierno.

¿Dónde está Wally? Imagináos el caos veraniego y el calor infernal de este lugar...

¿Dónde está Wally? Imagináos el caos veraniego y el calor infernal de este lugar...

Cuando acaban nuestras vacaciones necesitaríamos otro mes más para reponernos de todos los excesos ya que estamos saturados de mala comida (como en casa no se come en ningún sitio); de ir de aquí para allá viendo los monumentos de la zona (sudando como cerdos)  y volviendo con 500 fotos de paisajes y piedras; de estar con toda la familia al completo (abuelos, tíos, sobrinos y otros acoplados) y acabar de los nervios; o de bañarte en piscinas que están llenas de pis de los más pequeños y de los gritos paternales (Josuaaaaa, como decían los Morancos….).
Menos mal que este tipo de vacaciones ibéricas está en decadencia y ahora tenemos otras ofertas mucho más idílicas para poder reencontrarnos y sentir que hay un rincón en este mundo donde existe el silencio, la calma y la buena comida.
No sigamos por inercia los pasos de nuestros antepasados españolitos. Volvamos a aprovechar esas fechas para conocernos mejor, para que nuestro cuerpo descanse de verdad y pueda regenerarse.
Otra moda que nos ha dado ahora es por irnos a países lejanos (cuanto más lejos mejor) y exóticos. Eso está muy bien si sabemos sacar partido de ello ya que si nos ponemos a pensar la cantidad de horas que nos pasamos en el avión, el jetlag, el llegar allí ya es toda una odisea y cuando por fin aterrizamos en nuestro destino estamos super agotados y encima nos quedan pocos días para regresar y otra vez más jetlag, diarreas, estreñimientos y otros malestares corporales. En fin, todo un suplicio.

¿Creéis que esta foto realmente no está trucada? Vamos, si la arena está tan lisa que parece la M-30.

¿Creéis que esta foto realmente no está trucada? Vamos, si la arena está tan lisa que parece la M-30.

Las agencias de viajes nos enseñan fotos (todas retocadas) de playas idílicas y cuando llegas allí sólo ves una palmera y el mar está tan movido que es imposible darse un baño en condiciones y para más ‘inri’ se nos pone a llover (llegó el monzón).
Debemos ser prácticos y escoger lo mejor para nosotros. Qué más da si no hemos visto la pirámide de tutankamon o el Taj Mahal (atiborrado de gente donde no cabe ni un alfiler).
A veces no hace falta irse tan lejos para econtrar ese rinconcito donde regenerarnos. Aquí en España tenemos tanto playas como montañas que nada tienen que envidiar a las extranjeras y hospedajes de calidad donde te ofrecen una comida exquisita en un espacio lleno de vida y además a un precio muy razonable (ahora me siento una agencia de viajes…) Ya nos hemos puesto al día y ya hay gente en el mundo de la hostelería (y fuera de ella, sería como llamarles ‘hostelería alternativa’) preocupada e interesada para satisfacer lo que realmente necesita nuestro cuerpo y también nuestra alma: Descanso.
Descanso que es lo que todos anhelamos pero descanso verdadero ya que muchos sufren de insomnio y ya no recuerdan lo que es dormir del tirón y levantarse lleno de legañas.
Descanso para nuestros órganos saturados de tanta polución y comida basura, de tantos enfados, gritos, ansiedades, miedos, malas noticias y pesimismo.
Espero que antes de comprar los billetes (o confirmar reservas de hotel) preguntéis a vuestro interior si quiere realmente ir al destino elegido. Nadie nos obliga, somos libres de cambiar de opinión, nadie nos apunta con una pistola y nos dice: ¡Ya has decidido! ¡No hay vuelta atrás! Pues, ¡¡apechuga!!
Sepamos sacar partido de nuestro tiempo de ocio y no caigamos en la trampa del bueno, bonito y barato (bbbeeeeeé).
Salud y Buenas y auténticas vacaciones
Yo Isasi
Nutridora Macrobiotiva
www.nutricionencasa.com



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