Valorando el color azul del cielo: El Cianómetro

El cianómetro es un dispositivo utilizado para medir la intensidad del color azul del cielo. Fue inventado por Horace-Bénédict de Saussure en el siglo XVIII. La escala de colores del cianómetro consta de una serie de tonos de azul que van desde el blanco hasta varios tonos de azul, generalmente numerados del 0 al 50 o más. Cada número en la escala representa un nivel de intensidad del color azul del cielo en ese momento.

La idea detrás del cianómetro es que el color del cielo puede variar dependiendo de diversos factores, como la hora del día, la presencia de nubes, la cantidad de partículas en la atmósfera, entre otros. Al observar el color del cielo y compararlo con la escala del cianómetro, se puede determinar la intensidad del azul en ese momento.

Por ejemplo, si el cielo está completamente despejado y sin nubes, es probable que la lectura en el cianómetro sea cercana al 0, lo que indicaría un color azul claro y brillante. Por otro lado, si el cielo está nublado o hay presencia de partículas en suspensión, la lectura en el cianómetro podría ser más alta, indicando un color azul más profundo o incluso un tono grisáceo.

El cianómetro ha sido utilizado durante siglos como una herramienta para medir la calidad del aire y la pureza del cielo. También ha sido utilizado por artistas y fotógrafos para capturar la belleza y variedad del color azul en el cielo en diferentes momentos del día y en distintas condiciones atmosféricas.

¿Cómo construir uno?

Podéis construir un cianómetro casero utilizando materiales simples. Aquí tienes una guía básica:

Materiales necesarios:

1. Un disco de cartón blanco de al menos 10 cm de diámetro.
2. Un compás o un objeto redondo para trazar círculos.
3. Una regla.
4. Papel transparente o plástico transparente.
5. Tijeras.
6. Marcadores de colores azules.

Pasos para construir un cianómetro casero:

1. Dibuja un círculo en el disco de cartón con un diámetro de al menos 10 cm. Este será el disco base de tu cianómetro.
2. Divide el círculo en secciones iguales. Puedes hacerlo usando el compás para trazar líneas radiales desde el centro del círculo hacia el borde. Dependiendo de la cantidad de tonos de azul que desees representar, puedes dividirlo en 10, 20 o más secciones.
3. Recorta una ventana pequeña en el centro del disco, lo suficientemente grande como para que puedas ver a través de ella hacia el cielo.
4. Coloca una hoja de papel transparente o plástico transparente sobre el disco de cartón. Asegúrate de que esté bien fijada.
5. Ahora, cuando mires a través de la ventana del cianómetro hacia el cielo, podrás comparar el color del cielo con las secciones de color azul que has dibujado en el disco de cartón. Usa los marcadores de colores azules para pintar cada sección con un tono ligeramente diferente, de más claro a más oscuro.
6. Cuando observes el cielo, gira el cianómetro hasta que la sección que mejor coincida con el color del cielo esté alineada con tu vista a través de la ventana.

Imagen de un Cianómetro, los colores pueden variar con el fondo del cielo. Os recomendamos el archivo adjunto en pdf con el color exacto del cielo

El cianómetro casero es una herramienta rudimentaria y subjetiva para estimar la intensidad del color azul del cielo. Los resultados pueden variar según la luz y las condiciones atmosféricas.

Aquí tenéis las gamas de colores:

Haz clic para acceder a cyanometer-pantone-code-matching.pdf

Es importante tener en cuenta que el cianómetro es una herramienta subjetiva y depende de la percepción del observador. No se correlaciona directamente con mediciones precisas de la calidad del aire o la atmósfera, sino que se utiliza más como una referencia visual para describir el color del cielo en un momento dado.

¿Por qué el cielo es azul?

Seguro que muchas veces os habéis preguntado por qué en la Tierra el cielo es azul y no de otro color, pues todo depende de la absorción o dispersión de la luz del Sol por las partículas de la atmósfera, estas son las responsables de los colores que vemos, pero ¿cómo ocurre?.

La luz del sol se ve blanca pero realmente tiene muchos colores, esto lo podemos ver cuando hacemos pasar la luz por un prisma:

Cuando la luz blanca brilla a través de un prisma, la luz se separa en todos sus colores. Un prisma es un cristal de forma especial para que desvíe los rayos de luz en diferentes longitudes de onda.

Cuando vemos un objeto de un determinado color es porque está reflejando cierta longitud de onda y absorbiendo el resto. En el espectro visible el color rojo está en el extremo cuya longitud de onda es mucho más larga y por ello su frecuencia es mucho más baja, y al otro extremo del espectro tenemos la luz violeta que es de onda corta y mucha más frecuencia.

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Lo veréis más claro en el siguiente dibujo, donde se ve que la forma de la onda y el número de subidas y bajadas que tiene, la azul por ejemplo tiene muchos más ascenso y bajadas (frecuencia) y es una onda más corta. 

Por tanto, podemos decir que el cielo, debido a su composición, absorbe el resto de colores y refleja el color azul. Pero no es exactamente así, el proceso que realiza es de dispersión. Las moléculas de los gases de la atmósfera dispersan la luz en el color azul. La luz del sol llega a la atmósfera de la Tierra y se dispersa en todas direcciones por todos los gases y partículas en el aire. La luz azul se dispersa en todas direcciones por las minúsculas moléculas de aire en la atmósfera de la Tierra. El azul se dispersa más que otros colores porque es una onda más corta y más pequeña e interactúa con las partículas más pequeñas de la atmósfera.

Cuando el Sol está muy alto en el cielo, también podemos apreciar que cerca del horizonte el cielo se desvanece a un azul más claro o blanco. Esto ocurre porque la luz del sol que nos llega desde lo más bajo del cielo atraviesa aún más aire que la luz del sol que nos llega desde lo alto. Como la luz del sol desde el horizonte ha pasado a través de todo este aire, las moléculas de aire han dispersado y re-dispersado la luz azul muchas veces y en muchas direcciones, dando tonalidades de azul claro o blanco.

Pero podemos hacernos aún más preguntas. ¿Por qué una puesta de sol se torna anaranjada? A medida que el sol se va ocultando en el cielo, su luz atraviesa más atmósfera antes de llegar hasta nosotros. La luz azul se dispersa mucho, lo que permite que los colores rojos y amarillos se aprecien mejor.

Con el color del cielo también podemos apreciar la estabilidad de la atmósfera e incluso su contaminación. Si el día es muy estable, el cielo es muy azul. Si hay algo de inestabilidad, es decir mucho vapor de agua, toma unos colores azul claro a blanco. Y si hay contaminación, puede verse blanco amarillento, sobre todo en las ciudades. Esto se debe a la presencia de aerosoles contaminantes flotando en la atmósfera. Son de un tamaño más grande que las moléculas del aire y dispersan mejor el color amarillo.

Y una pregunta más, pero esta de otro planeta, sabiendo lo que ya sabemos…¿de que color es el cielo de Marte?.

La atmósfera de Marte, también conocido como el Planeta Rojo, difiere significativamente de la de la Tierra. Mientras que en nuestro planeta, el aire está compuesto principalmente de nitrógeno y oxígeno, en Marte la atmósfera está mayormente compuesta de dióxido de carbono con trazas de nitrógeno y argón. Esta diferencia en la composición atmosférica tiene un impacto significativo en el color del cielo y las puestas de sol en ambos planetas.

En Marte, la atmósfera es mucho más delgada y la dispersión molecular es menos eficiente debido a la baja concentración de moléculas en comparación con la Tierra. Además de esto, el polvo en suspensión en la atmósfera marciana también juega un papel importante en el color del cielo. En principio, el polvo marciano podría haber desempeñado el papel de nuestras moléculas de aire terrestre, dispersando las longitudes de onda más cortas de manera más eficiente y, en consecuencia, produciendo cielos azules y puestas de sol rojas como en la Tierra.

Sin embargo, en el caso de Marte, el polvo marciano es rico en óxidos de hierro, que son fuertes absorbentes del color azul. Esto significa que en lugar de dispersar la luz azul, el polvo marciano tiende a absorberla, eliminando las longitudes de onda más cortas del haz de radiación. Como resultado, el cielo de Marte tiene un color un poco más anaranjado, similar al color del caramelo.

Además del cielo anaranjado, también debemos tener en cuenta las condiciones particulares de la atmósfera marciana. El polvo en suspensión, combinado con la fina atmósfera, crea una apariencia generalmente opaca en Marte. Esto hace que el sol se vea mucho más tenue desde la superficie marciana que desde la Tierra.

En resumen, la atmósfera y la composición del polvo en Marte dan lugar a un cielo anaranjado en lugar de uno azul como en la Tierra. Estas diferencias atmosféricas contribuyen a la singularidad y belleza del Planeta Rojo, ofreciendo una experiencia visual única para aquellos que tienen la oportunidad de presenciar los cielos marcianos y las puestas de sol en persona.

Superficie de Marte y atmósfera.

Nueva pregunta…¿y en la Luna de que color es el cielo?. La respuesta es fácil, como no hay atmósfera directamente no se dispersa la Luz y vemos el Sol sobre el fondo de estrellas. Una imagen realmente curiosa 🙂

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