El objetivo primordial de la escuela son los valores y aquellos que afectan a la persona toda: "Ser un buena persona" ( ver Una mala persona no llega nunca a ser buen profesional, frase de Howard Gardner, neurocientífico; autor de la teoría de las inteligencias múltiples). El educando que quiere realizarse tiene que optar libremente por los valores, asumirlos y encarnarlos en su obrar para su realización plena como persona y una convivencia con el otro, que es tú.
El gran objetivo de la educación es quizás que el educando aprenda a ser siempre él mismo mediante el esfuerzo incesante y generoso de las opciones libres orientado por los valores para ser una persona plena, ciudadano comprometido y profesional responsable.
Los valores son capaces de sacar al educando de su indiferencia y provocar en él una actitud de estimación: vitales, intelectuales, afectivas, estéticas, entre otras.
- Pero es la persona el primer valor, como valor absoluto.
La persona es un ser único, irrepetible, dado de interioridad autoconciencia y libertad, y destinado a la comunión; es decir, es un sujeto que existe corporalmente con otros en el mundo, para realizarse con ellos en la historia, personal y comunitariamente, responsablemente libremente frente a los valores, frente a las demás personas.
"El hecho de que sea enteramente un sujeto de derechos, no debe hacernos olvidar que cada uno de nosotros debe siempre llegar a ser él mismo mediante el esfuerzo incesante y generoso de las opciones libres"[2].
El hombre es totalmente original frente al resto de la realidad. "La lengua misma lo distingue: algo y alguien, nada y nadie, qué y quién. Es lo que ha llevado a la pareja de conceptos cosa y persona"[3]. Por eso, cada persona con su modo se existir único es el primer valor y posee el carácter de absoluto.
Los niños aprenden con el ejemplo. El ejemplo que dan sus padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de compartir, de cooperar, de ayudar a los demás, de defender, de reclamar, de tolerar y aceptar, entre otros. Si los padres no tienen paciencia con su hijo, ¿qué creen que el niño va a aprender? La responsabilidad que tienen los padres en la transmisión de los valores a sus hijos es crucial. Esto mismo ejemplo debe extenderse en la escuela con los docentes incluyendo la palabra, pero palabra reflexiva y concientizadora. Pero si cada docente hace lo suyo no vasta, esto se debe planificar y consensuar institucional.
- Valores necesarios para una educación inclusiva.
Estás son algunos valores importantes a una convivencia inclusiva y que ayuda al educando a una convivencia ciudadana: Como docentes, enseñar a nuestros educandos, estos valores no solo con palabras sino con el ejemplo y la planificación de todo el cuerpo docente.
¿Consideras que hay alguna más? Nos la puede proponer.
A través de la amabilidad se asientan otros valores como la cordialidad, la empatía, ser atento, y la sensibilidad. Valores de una persona que se gana el amor dando lo mejor de sí misma a los demás. Las personas amables son cosechadores natos de esperanzas y buenos frutos. De la amabilidad nacen otros muchos valores, al igual que se sustenta de una actitud de respeto y reconocimiento hacia las demás personas.
Se trata del afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra. Una amistad es una relación afectiva entre dos personas, construida sobre la base de la reciprocidad y el trato cotidiano. Valores fundamentales en una amistad son la lealtad, el amor, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso.
Compasión y comprensión.
Tener en cuenta la realidad de otras personas. La compasión es capaz de comprender la situación del otro conectándose desde un sentimiento de solidaridad para responder a sus necesidades.
La comprensión es una actitud de tolerancia frente a una situación determinada. Las personas comprensivas, de este modo, logran justificar o entender como naturales las acciones o las emociones de otras.
Se trata de ponerse en el lugar o la situación de otra persona. El valor de la comprensión es muy importante ya que les ayudará a valorar y entender las diferencias de los demás.
Los valores éticos suponen la libertad. Pues yo elijo. Los valores éticos provocan la obligación, del "tú debes", en una paradoja de que " mi libertad no es libre " para rechazarlos si quiero mi realización personal. Esto es debido a que si somos personas y afectan a la realización de su existencia como tal nos debemos a ellos, estamos sujetos a asumirlos para realizarnos humana y comunitariamente.
Este valor el principal componente para mantener relaciones sociales armoniosas, por eso, la cooperación no puede pasarse por alto. La cooperación no es más que la asistencia que se ofrece para llevar a cabo un trabajo en común.
Se hace para cumplir un objetivo compartido. Tal y como ocurre con el resto de los valores, se trata de hechos sociales que se producen en el entorno en el que se desenvuelven las personas.
El educando tiene que aprender a ponerse en el lugar del otro, entender cómo piensan y las emociones que sienten. Es un valor necesario para la convivencia.
Este valor nos da la capacidad de entender, comprender, ayudar, apoyar y motivar a nuestros semejantes. Es sentir lo que el otro siente, reconocer que necesita de los demás para el buen desarrollo de todas sus áreas, ser consciente de que todo en la vida de las personas que nos rodean puede no estar bien y que nosotros podemos ayudarlos.
Entendida como el acto de dar a otros, el acto de servir sin esperar nada a cambio. La generosidad, es un valor que motiva a dar, a ayudar, a tener compasión. Las personas generosas tienen una buena autoestima, son conscientes de que ellas son importantes, pero también saben que los demás lo son. Son personas agradecidas que corresponden a los demás con iniciativas positivas y muestras de cariño.
La justicia es uno de los valores que tiene mayor relación con la convivencia armoniosa de los educandos. Se basa en el conjunto de reglas y normas que se establecen para que puedan existir relaciones adecuadas entre personas e instituciones.
Esta es la que permite autorizar, prohibir o permitir acciones específicas en la interacción que ocurre entre individuos e instituciones. En pocas palabras, este valor tiene que ver con la concepción de lo que es bueno para todos los que conforman una misma comunidad.
En la práctica, su finalidad es reconocer qué es lo que le corresponde y le pertenece a cada persona. A través de la justicia se respeta el derecho de los individuos, se recompensa su esfuerzo y se garantiza su seguridad.
Este es el valor que permite que el educando pueda reconocer, aceptar y apreciar las cualidades que tienen otras personas, así como sus derechos.
El respeto es entender que más allá de 'mis derechos' y 'mis libertades', también existen los derechos y las libertades del prójimo. Este valor resulta esencial para tener una buena convivencia y comunicación con las demás personas.
Para convivir de forma armoniosa es necesario que exista la solidaridad. Este valor consiste en prestar ayuda a otras personas sin importar cuál sea su religión, su cultura, su género o su posición social. Con la práctica de la solidaridad se crean lazos sociales que unen a los distintos miembros de una comunidad.
Este valor implica tener sentimientos como el afecto, la empatía, el sentido de justicia y la ayuda desinteresada. Además, la solidaridad es lo que permite que se lleven a cabo acciones concretas que respondan de manera favorable a las necesidades de los demás.
La tolerancia es un valor íntimamente relacionado con el respeto. Se trata de la capacidad para aceptar la diversidad de opinión, social, cultural, étnica y religiosa. También tiene que ver con el saber escuchar y aceptar a las demás personas tal y como son, sin juzgarlos.
Gracias a la tolerancia se puede vivir en una sociedad donde se respeten las diferencias de cada persona, desde su pensamiento hasta sus acciones. Pero, a pesar de lo mucho que ha evolucionado el mundo y las sociedades que lo componen, la tolerancia es un valor ausente en muchos lugares.
Bibliografía:
[1] Inclusión ética y sexual, sus dimensiones pedagógicas.
[2]JERPHAGNON L, "Qué es l a persona humana", Barcelona, 1969, pp. 126-127.
[3] MARÍAS J., "Dos imágenes sobre el hombre", "El país", Madrid, 20 de marzo de 1979, p. 11.