Revista Cultura y Ocio

Verano'15 cultural

Por Sese

Verano'15 cultural


Un viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda. Novela corta pero muy bien escrita del chileno, habla de la relación del hombre con el medio, en este caso de la selva, y el respeto que se debe tener por él. Una expedición intenta capturar a un jaguar "asesino de hombres".
Los demonios, de Fiódor Dostoyevski. Otro "novelón" del escritor ruso, quizá se echa en falta una mayor introspección de los "demonios" de los personajes. Aun así, recomendable.
Los hombres que amaban a las mujeres, de Steig Larsson. Entretenido best seller del autor sueco, crítica a una sociedad machista y a  los poderes establecidos en la Suecia actual. Un periodista es contratado para investigar un asesinato del año 1966.
La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, de Steig Larsson. Segunda entrega de la saga Millennium. Sigue la intriga aunque las tramas no se cierran, cosa que hace que la tercera entrega sea más la segunda parte de este volumen que una obra que pueda considerarse independiente, 
La reina en el palacio de las corrientes de aire, de Steig Larsson, lo dicho, más una continuación que una trama independiente, sigue seduciéndonos el personaje de Lisbeth Salander, se cierran tramas y finaliza la trilogía, Una entretenida lectura que sin ser una de las lecturas de mi vida sí que los considero algo más que un best seller.
Verano'15 cultural
Amanece que no es poco, de José Luis Cuerda. Nueva revisión del clásico del cine español, humor absurdo del bueno, quizá el Amarcord español. Imprescindible una y mil veces.
La diligencia, de John Ford. Para muchos el mejor western de la historia. Una diligencia debe atravesar territorio apache sin más protección que sus ocupantes. Imprescindible.
Ida, de Pawel Pawlikowski   . Cruda historia sin concesiones, una monja intenta encontrar junto a su tía alcohóloca sus padres judíos de los cuales no sabía ni que existían. Ambientado en la Polonia comunista
Llewyn Davis, de los hermanos Cohen. Un músico folk lucha por salir adelante en los años ’60. El inconfundible sello de los Cohen para una interseante historia sobre la vocación de los músicos. 
Vicky y Cristina en Barcelona, de Woody Allen. Buena historia de trios amorosos tanto físicos como espirituales, eso que siempre nos falta para sser feclices. No obstante Woody Allenn cae en un histrionismo excesivo que raya el ridículo en el personaje de la barcelonesa Penélope Cruz.
Princesas, de Fernando León de Aranoa; conmovedora y realista:  historia de heroínas anónimas, en este caso prostitutas. Putas que aspiran ser algún día princesas, Papelón de Candela Peña.
El gran Hotel Budapest, de Wes Anderson, simpática e imaginativa comedia en torno al gerente del Hotel Budapest y el robo de un valioso cuadro heredado durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Apocalypsis now, de Francis Ford Coppola. Clásico del cine bélico de Vietnam, Apasionante y a veces oscura producción que lo tiene todo para ser considerada como tal, un clásico. Gran Martin Sheen y la presencia estelar de Marlon Brando.

Vive le France, de Michael Youn. Prescindible comedia: desde un desconocido país de Asia envían dos terroristas para volar la torre Eiffel con el objeto de dar a conocer su pequeño país.
Johnny English, de Peter Howitt. Comedia al servicio de Rowan Atkinson, que ni él mismo ni el hilarante final consiguen salvar, eso sí Natalie Imbruglia está guapísima  (por decir algo bueno)
A hard day’s night, de Richard Lester; producto al servicio de los Beatles sin mayor atractivo que la banda sonora a cargo del grupo de Liverpool.
Los hombres que no amaban a las mujeres, de Niels Arden Opley. Priemra entrega cinematográfica de la saga literaria Millenium, como siempre que leo el libro antes me queda la duda de la valoración objetiva, da la sensación que en el intento de ser fiel a la novela pasan demasiadas cosas en poco tiempo y dudo que quien no hubiera leído el libro las pueda asumir.
La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, de Daniel Alfredson, Tres cuartos de los mismo, con el agravante que las tramas no acaban de cerrarse y se hace necesario ver la tercera entrega .

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