La épica de este Tour de France 2015 no cede. Larga y dura etapa con secciones adoquinadas, que se llevó Tony Martin (Etixx-Quick Step) tras un ataque inapelable. Ahora, el alemán es líder en la general.
Si la 3era etapa tuvo algo de clásica de Ardenas, la siguiente tuvo mucho de clásica de Flandes, una auténtica carrera dentro de la carrera: 223,5 km entre Seraing y Cambrai, con una cota de cat. 4 y siete pasos de pavé -incluyendo uno de 3,7 km, de Fontaine-au-Tertre à Quiévy-.
En 2014 la etapa de pavé fue clave para la victoria final de Vincenzo Nibali (Astana). Aquel día la victoria fue para Lars Boom, pero Nibali arribó sólo 19” después gracias a un excelente trabajo de sus gregarios Jakob Fuglsang y Lieuwe Westra, aún frente a hombres como Fabian Cancellara y Peter Sagan. Aquel día, también, significó el abandono de Chris Froome tras caerse. En esta ocasión, Froome llegaba al pavé como líder en la general, tras ser el mejor en seguir el ritmo demoledor de Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (Katusha) en el muro de Huy.
Ya sobre el pavé, en la quinta sección, los hombres del Astana tomaron la ofensiva en favor del vigente campeón. El pelotón se estiró, envuelto en la polvareda y los gritos de la afición. En el cuarto sector el equipo kazajo, tras dura pelea con el BMC -empujón de por medio-, hegemonizó nuevamente el ritmo en punta.
En cada regreso al asfalto, los esfuerzos sobre el adoquín pasaban factura, y el ritmo que imprimía la cabeza del lote descolgaba a hombres por la cola. En el tercer sector fue el propio Nibali quien atacó. Froome cedía posiciones y el pelotón se rompía en pedazos. Quedaban 25 km para meta.
Sin embargo, Froome pudo reincorporarse a la cabeza de carrera. Algo que no sucedió con Thibaut Pinot (FDJ) y Pierre Rolland (Europcar). Dos de los favoritos locales que perdieron valioso tiempo en la general.
Empecinado, tozudo, en el último sector de pavé, Nibali volvió a subir el ritmo. Quedaban 11 km para el final. Nairo Quintana (Movistar) sufría para seguir el ritmo. Froome resistía, ayudado por sus gregarios. Al salir del adoquinado, el Sky asumió la cabeza de carrera. En este reducido grupo, de los favoritos a la general sólo permanecían Nibali, Tejay Van Garderen (BMC) y Alejandro Valverde (Movistar).
A falta de 7 km para el final el grupo perseguidor con Alberto Contador y sus gregarios del Tinkoff-Saxo, hicieron contacto con la cabeza de carrera. Este movimiento también ayudó para que otros favoritos salvasen la ropa -Quintana, por ejemplo-. Por entonces todo hacía pensar que el final se decidiría al esprínt. Peter Sagan (TInkoff-Saxo) preservaba fuerzas en la cola de este grupo selecto, de cara al desenlace.
Sin embargo, a falta de 3 km atacó Tony Martin (Etixx-Quick Step). El rodador alemán desplegaría una suerte de contrarreloj breve y contundente que ni siquiera los esfuerzos de Giant-Alpecin, en favor de John Degenkolb, podría neutralizar. Algo sencillamente admirable tras más de 220 km, cinco horas de pedaleo y duras secciones de pavé.
Desde el lote perseguidor se lanzó el esprínt a falta de 300 mts pero la suerte estaba echada. Otra notable muestra de inteligencia, oportunidad y fuerza por parte de Martin. Él y algunos otros pocos, son actualmente capaces de realizar un ataque de esas características en un contexto y en unas condiciones como las de hoy. ¿El premio? El maillot de líder en la general.