El director de Cara de queso y Mi primera boda, Ariel Winograd, rodará su nueva comedia en Mendoza, titulada Vino a robar. Actuarán Daniel Hendler y Valeria Bertuccelli.La película narra la historia de dos ladrones que buscan una valiosa botella de Malbec que está alojada en un banco de Mendoza. Hablamos con el director para conocer más detalles del proyecto que, como la exitosa Road July, vuelve a poner a Mendoza en el mapa del cine.–¿Cómo surgió esta película?
–El guión es de Adrián Garelik. Él lo presentó en nuestra productora y nos pareció sencillamente fantástico. Enseguida nos pusimos a trabajar para hacerlo, porque tiene todas las cosas que nos gustan en el cine: es una película de género, tiene tensión, suspenso, sorpresas y un ingrediente romántico. El mundo del vino es naturalmente muy cinematográfico y también lo es el mundo de estos ladrones, que roban obras de arte y piezas distinguidas y de mucho valor. La cruza de estos dos mundos es muy atractiva para filmar, tanto desde lo visual como desde lo narrativo. Era un guión para no dejar pasar.–Cerca del 80 por ciento del filme se rodará en Mendoza...–Sí. Elegimos Mendoza porque esta historia habla del Malbec, y el Malbec es, sobre todo, mendocino. Además, la provincia tiene locaciones y paisajes impresionantes y no está del todo aprovechado todavía en el cine, como pasa también con otras provincias y ciudades maravillosas de la Argentina, que no suelen verse en las pantallas de cine. Para nosotros filmar allá suma valor por todos lados: mostrar la provincia, mostrar la producción de vinos y el amor que le ponen los mendocinos a su trabajo. Todo eso es historia en sí mismo y es un escenario buenísimo para contar las peripecias de estos ladrones, un escenario lleno de pasión por el hacer, y por el hacer bien.–¿Cómo está financiado el filme?
–Como todas las películas argentinas, tenemos el apoyo del INCAA y también del Gobierno provincial, que se mostró dispuesto a apoyar la iniciativa y a colaborar con su realización. Vamos a tener actores, técnicos y proveedores mendocinos, fomentando la industria local y lógicamente el turismo por la pantalla que va a tener la ciudad y sus alrededores. También estamos gestionando el apoyo del Fondo Vitivinícola.–¿Es más caro filmar aquí?
–El hecho de filmar en Mendoza encarece la producción por la enorme cantidad de desplazamientos, alojamientos, comidas, pasajes, traslados de materiales, equipos, todo lo que implica moverse desde Buenos Aires. Sin embargo, creemos en el proyecto y por eso estamos haciendo todas las gestiones necesarias para obtener apoyo de todas partes y poder lograr el resultado que buscamos: una película de alta calidad, que conquiste a un importante número de espectadores en todo el país.–Para un director, ¿cuáles son los desafíos de filmar en otra provincia?
–En esta película, Mendoza también es protagonista, y eso me hace pensar mucho en cuál es la forma de captar lo mejor, de que la ciudad esté viva en la película, descubrir lo más lindo y verdadero de Mendoza. Es un poco la historia de Woody Allen filmando por diferentes ciudades de Europa: uno las ve y son como una tesis sobre la ciudad, además de una película en sí. Una tesis sobre su gente, sobre sus calles, sobre su funcionamiento y su alma. Siempre va a ser una mirada desde afuera, naturalmente, porque yo no soy mendocino, pero me gustaría poder captar eso que la ciudad tiene de único y plasmarlo en la pantalla.–¿Cuánto tiempo durará el rodaje y en qué lugares van a filmar?
–Tenemos cuatro semanas de rodaje en la provincia, desde el 11 de febrero. Las locaciones todavía no están definidas, pero seguro vamos a filmar en el ex banco Hipotecario (hoy Ministerio de Cultura), la plaza principal (Independencia) y el hotel Hyatt.–Hendler protagonizó tus anteriores cintas, deben sentirse muy cómodos trabajando juntos...–Con Dani somos amigos desde hace muchos años. Mi mujer (Nathalie Cabiron), productora de la película, fue productora de seis películas en las que él participó. Fuente: Diario UNO (Selva Florencia Manzur)