Revista Vino
En octubre de 2013 publiqué la primera edición de Vinos naturales en España. Placer auténtico y agricultura sostenible en la copa. No era una guía de vinos, tampoco un libro académico sobre cómo hacer un vino lo más natural posible (quien haya leído el libro, sabe bien que no quiere definir cómo son los vinos naturales...). Era una especie de autobiografía sobre mis años de viajes, mis experiencias en los viñedos de España y, más que ninguna otra cosa, mis encuentros con las personas que hacían algunos de los vinos que más me gustaban en el país. No estaban todos pero los que aparecían, lo hacían por distintas razones, la más importante de las cuales era su mirada sobre el campo y su sentimiento de respeto sincero hacia él. Tardé un año en escribir ese libro. Recorrí más de 12.000 km y visité cuanta bodega me interesaba y, por supuesto, se dejaba visitar. Porque nunca dije cuál era el objetivo de mi estancia.
Han pasado cinco años desde ese octubre. Ni entonces ni ahora tenía yo planeado escribir un libro. Me lo pidió la editorial, encontré los meses necesarios en una pausa en mi trabajo habitual. Y me lancé. Sin más. Hace ahora un año largo la editorial me pidió una reedición. Puse una única condición: no quería para nada una segunda edición al uso, con corrección de erratas y a la calle de nuevo. Quería una nueva edición, revisada en todo y, más que ninguna otra cosa, ampliada. Aceptaron y me eché a la carretera de nuevo. Otros 8.000 km aunque con más dificultades que en la primera edición. Solo tenía vacaciones y fines de semana largos. Pero sentía de nuevo la necesidad de explicar mi evolución, de ahondar en mi vida con los vinos y con quienes los hacen, de explicar todo lo nuevo y emocionante que había podido conocer en estos nuevos cinco años. De contar por qué, literalmente, me había radicalizado (enraizado) en la tierra gracias a todos ellos. Y de gozar al máximo de la oportunidad de releer y corregir.
¿El resultado? Una satisfacción renovada que acaba de salir a las librerías la semana pasada. 120 páginas más que en la primera edición. 28 bodegas nuevas que no estaban en el primer libro. Un segundo prólogo firmado por Pitu Roca (sin ánimo de exageración: creo que este prólogo merece toda vuestra atención. Jamás había leído a Pitu Roca tan sincero, tan sabio, tan iluminado: la luz vive ya para siempre en él y sabe cómo transmitirla). Y una nueva espina dorsal que recorre y vertebra el libro. Puede que ya estuviera en 2013 pero en 2018 todo ha sido escrito de forma consciente pensando en ella: la naturaleza. Ella nos enseña cómo aproximarnos, con ojos abiertos y sensibilidad bien dispuesta, con respeto y curiosidad, con admiración y complicidad. Con ánimo artesano. Ella y nosotros formamos una unidad de acción, una cadena lógica de reacciones y dependencias en la que somos un elemento más. Hay que trabajar con ella, no servirse de ella. Hay que vivir en ella no solo de ella. Hay que hablar con ella en un lenguaje común, no en el que nosotros hemos pretendido imponerle. Hay que ser consecuentes con todo ello, también cuando comemos y bebemos.
Del prólogo de Pitu Roca: "es un libro para sedientos, ávidos de curiosidad por conocer el vino a través de las personas y sus entornos de convivencia natural. Un libro de historias de vida, entre el cielo y la Tierra, entre la influencia de la luna y las constelaciones... un libro de agricultura, la vieja cultura, y la naturaleza, que pide a gritos sentirse escuchada, donde nada se pierde, nada se crea, donde todo se transforma como dijo el padre de la química moderna del siglo XVIII, Antoine Lavoisier...Un libro optimista para saborear agradecido como una sonrisa fresca, bebiéndonos el tiempo que nos bebe, naturalmente".
Que la energía, visión y alma que los protagonistas del libro embotellan se pueda perpetuar gracias a vuestra atención y a que la seguís transformando mientras conocéis, bebéis y sentís sus vinos.