Debo reconocer que estoy llevando muy mal el jet lag estos días. El motivo es doble, al menos, puesto que siempre me ha costado más recuperarme cuando viajo de este a oeste que al revés (me ha costado siempre más recuperarme en España tras el viaje desde Australia que viceversa), y por otro lado, ¡son 16 horas de diferencia horaria entre Santiago de Chile y Sydney! Esta pasada noche ha sido particularmente rara, puesto que, después de aguantar como pude hasta las 10 de la noche, me desvelé a las 12 y pico de la madrugada y ahí me quedé. Ahora son justo las doce del mediodía y mi cabeza da bastantes vueltas.
Me encuentro en las Oficinas del Observatorio Europeo Austral (ESO, European Southern Observatory) en Santiago de Chile. Hace unos meses recibí una invitación a venir a colaborar aquí, incluyendo impartir algún seminario sobre mi investigación. Aunque me hubiera gustado haber estado al menos mes y pico o dos meses por aquí, sólo estaré tres semanas, que incluyen visita al Observatorio de Paranal, donde visitaré tanto el famoso complejo del VLT (Very Large Telescope) como el nuevo telescopio infrarrojo VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy), de 4.1m de tamaño (y que comento en el próximo artículo de astronomía que se publicará en el suplemento El Zoco de Diario Córdoba este fin de semana). Aún estoy a la espera de que me confirmen la visita al interferómetro milimétrico ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), que es más complicado por estar en construcción, situarse a casi 5000 metros de altura, en la llanura de Chajnantor en los Andes chilenos, y ser una institución controlada por tres institutos de investigación: ESO, NRAO (EE.UU.) y NAOJ (Japón). Aquí tenéis más información, en español, de ALMA. Sólo destaco que el desierto de Atacama es uno de los lugares más secos de la Tierra (ayer me comentaban que la humedad estaba a 0.01%), por lo que, unido a su gran altitud, lo hacen un lugar ideal para colocar un interferómetro milimétrico (la radiación milimétrica es fuertemente absorbida por el vapor de agua de la atmósfera).
Preciosa imagen alrededor de la estrella R Coronae Australis conseguida con el instrumento WFI (Wide Field Imager) del telescopio de 2.2m MPG/ESO en el Observatorio de la Silla en Chile. La imagen es una combinación de doce imágenes CCD, cada una de 67 Mpix, conseguidas en los filtros B (azul), V (verde) y R (rojo) combinando 4 exposiciones de 5 minutos por cada filtro. El campo de visión abarca un poco más que el tamaño aparente de la luna llena en el cielo (el campo es de 33.7x31.9 minutos de arco). Más en la nota de prensa. Crédito de la imagen: ESO.
Si seguís este blog sabéis que suelo incluir imágenes y notas de prensa conseguidas con los telescopios de ESO. En efecto, esta institución apoya fuertemente la divulgación de la Astronomía y la enseñanza de esta ciencia apasionante, además de que los resultados científicos que consiguen son realmente sorprendentes y de primerísima línea mundial. Justo hace un par de días se publicó una nueva nota de prensa, que detallaba una preciosa imagen conseguida con el telescopio de 2.2m MPG/ESO en el Observatorio de la Silla, también en Chile (y que me quedaré con las ganas de visitar en esta ocasión), alrededor de la estrella R Coronae Australis. Se trata de una región de formación estelar no muy lejana de la Tierra (a unos 420 años-luz) rodeada por una nebulosa difusa de reflexión azul (el color proviene de la reflexión de la radiación ultravioleta de las estrellas jóvenes cercanas, pero no es tan energética como para ser capaz de ionizar el gas). Esta nebulosa difusa está envuelta en una enorme nube de polvo interestelar, que absorbe toda la luz óptica de los objetos que hay detrás de ella.