... y el señor cura a sus misas (y a sus infantes)". Lo del paréntesis es mío. Que me perdone Joan Manuel Serrat por la interpolación.
Esta noche no he pegado ojo. No, no ha sido porque anoche me echara a la calle, loco de alegría para celebrar el triunfo de la Roja en la Copa del Mundo de Fútbol. Ni mucho menos. Vi el partido porque me gusta mucho el fútbol, pero me quedé en casa disfrutando del momento por la televisión. Me acosté tarde porque era tontería intentar dormir antes de las dos o las tres de la madrugada, con el jolgorio que había en la calle. A la gente no le bastó con celebrarlo en Cibeles o en Colón. Lo hizo en cada calle de la ciudad, la mía incluida. No he pegado ojo porque hasta las seis de la mañana, hora en que me levanto para ir a trabajar, los claxon de los coches no han dejado de sonar.Pero hay que ser comprensivo. El madrileño lo es. Aguantemos estoicamente esta explosión de alegría, de la que estamos muy necesitados.Pero ahora, como dice la canción de Serrat, acabada la fiesta, cada cual vuelve a lo suyo. El rico a sus millones y el parado a su subsidio. Éste se dará cuenta de que la victoria de la selección española no le ha reportado más que una noche de juerga y la subsiguiente resaca.Ahora hay que pedirle al madrileño que sea comprensivo también con lo que se avecina. Una huelga de Metro. Justa y necesaria que además debería ser total e indefinida hasta que el gobierno de Esperanza Aguirre retire su decreto ilegal para rebajar el sueldo de los trabajadores. Madrileños, sean comprensivos porque lo que se está dilucidando es la dignidad del empleo y de los trabajadores de todo el país.
¿Que tienen trabajo fijo? Pues claro, como deberíamos tenerlo todos. La propaganda ultracapitalista es tan fuerte que es capaz de hacer sentirse culpable a quienes tienen trabajo fijo, como a aquel que sobrevive a un accidente aéreo en el que muere toda su familia.Un trabajo estable y un sueldo digno. Contra esto lucha el capitalismo moderno, que pretende precarizarlo todo. Y lo más triste es que la gente corriente acepta este mensaje bastardo de las multinacionales, esas que han pergeñado la crisis para que nos resignemos y acabemos agarrándonos al clavo ardiendo de un empleo basura y aceptando rebaja tras rebaja: desde los sueldos a las prestaciones sociales, pasando por el retraso en la edad de jubilación.El Estado del bienestar se muere porque lo están asesinando unos bastardos mientras nosotros nos dedicamos a soplar vuvuzelas.Bienvenida sea la huelga indefinida y total del Metro. Madrileños, sed comprensivos. Es por todos vosotros… y no la califiquéis de salvaje. Aquí lo único salvaje es el capitalismo inhumano que se va imponiendo con la anuencia de todos y el apoyo tontuno del gobierno socialista.