No hay dudas, esta fue una muy buena semana para los españoles en los circuitos profesionales. En los cuatro torneos -dos ATP y dos WTA- hubo finalistas ibéricos; y en tres de ellos, un representante de ese país levantó el trofeo. En Italia, el festejo fue de Anabel Medina Garrigues, quien se consagró campeona del WTA de Palermo, al vencer en la final a Polona Hercog. La jugadora valenciana, quinta sembrada, se impuso por 6-3 y 6-2 ante la eslovena, séptima preclasificada, tras una hora y 20 minutos.
La española marcó diferencias gracias a un juego de servicio más sólido y efectivo que el de su oponente. Medina Garrigues metió el 74% de los primeros saques (y ganó el 62% de los puntos que jugó), consiguió un aces y sumó sólo una doble falta. La eslovena, en tanto, sólo ganó el 40% de los puntos que disputó con el primer servicio y cedió nueve chances de quiebre.
Con tres breaks a favor y uno en contra en cada uno de los parciales, la ibérica sacó ventaja en el marcador y selló el resultado, que le permitió sumar el 11º trofeo de su carrera y el segundo del año. Esta fue la quinta consagración -en diez años- de Medina Garrigues sobre el polvo de ladrillo de Palermo. Su primer festejo en el certamen italiano fue en 2001 y luego repitió en 2004, 2005 y 2006.
Con su triunfo en Palermo, Medina Garrigues cerró una semana casi perfecta para los españoles. Más temprano, María José Martínez Sánchez se consagró en el WTA de Bad Gastein y Juan Carlos Ferrero, en el ATP de Stuttgart. Sólo faltó David Ferrer, quien cayó en la final del ATP de Bastad ante Robin Soderling.
Cuadro de singles de Palermo
Foto: Página Oficial del WTA Tour