Con la introducción masiva de las barricas de roble en las bodegas españolas, parece que nos estamos olvidando de crear vinos jóvenes de calidad; y que para lograr que un vino del año se considere superior, la única solución sea ”maquillarlo” con un poco de roble.
En sus comienzos fue toda una novedad lo de la gama ”Roble o “Barrica”, por lo menos en el Bierzo, pero la realidad hoy en día es otra y parece que se utiliza el Roble o el paso por barrica unicamente para justificar una subida de los precios respecto a los vinos jóvenes.
Normalmente, el paso por madera aporta al vino aromas comercialmente deseados, ya que el paladar ha sido paulatinamente educado a ellos; pero en muchos casos el exceso de madera enmascara otra serie de cualidades propias de la uva y a veces defectos.
Entendemos que todo esto es una cuestión de gustos y ya sabemos que para gustos los colores, pero desde DeBierzo queremos apelar a la calidad de los vinos y recordar que “por ser joven no ha de ser peor” o “que la experiencia en madera no siempre produce mejores vinos”.
Esto nos está llevando a la estandarización de los diferentes vinos, a una monotonía de cara al cliente; perdiéndose así la tipicidad de las regiones y las variedades, y en consecuencia al abandono por parte de bodegas y consumidores de los buenos vinos jóvenes.