Revista Ciclismo
Después de que Tom Boonen (Quick Step) ganara las tres últimas ediciones del "Infierno del Norte", parecía que ya iba a resultar difícil que alguien pudiera ganarle. Pues bien, todo a cambiado y esa persona ha sido Fabian Cancellara, del Saxo Bank, que se escapó a falta de 50 kilómetros, justo cuando el campeón belga estaba tomando glucosa. Boonen intentó cogerlo en un tramo de pavés, pero él iba lo suficientemente rápido como para que nadie se le acercara. ¿Quiénes lo acompañaron en el podio? Otros dos grandes ciclistas, uno del Cervélo y otro del Sky: Thor Hushovd y Juan Antonio Flecha.
Tan "solo" han llegado a la meta 74 ciclistas, por lo que ha habido un número ya considerable de abandonos. Ha habido muy poca vigilancia de los favoritos: Boonen, Flecha, Hushovd, Hammond, Pozzato y, evidentemente, Cancellara.
Este año ha sido la 108 edición, y se han cubrido 259 kilómetros a una media por debajo de los 40 km/h, con 27 tramos de pavé que destrozaron laspiernas de los corredores que se atrevieron a pasarlos.
Al principio, hubo una escapada de 19 corredores. A los 100 kilómetros empezaron los pasos adoquinados y la diferencia que llevaban estos escapados se fue "apagando" poco a poco hasta que el pelotón les dio caza.
Aquí se podría decir que comenzó la aunténtica París-Roubaix. Hasta que comenzaron los ataques, estuvieron en cabeza de pelotón unos importantes ciclistas. Pero ningún ataque como el de Cancellara a los 50 kilómetros.
La estrategia fue muy parecida a la que utilizó en el Tour de Flandes, donde pudo rodar en cabeza junto a Tom Boonen, lanzó un duro ataque a falta de muchos kilómetros, sabiendo que, al sprint, las opciones que tenía podían verse reducidas.
Tom Bonnen no daba crédito a lo que estaba pasando. Él creía que podría cogerlo en los adoquines, su especialidad, pero, al final, acabó 5º a 3 minutos 14 segundos. Lo increíble fue el tiempo que llegó a coger de ventaja: cuando faltaban 20 kilómetros llevaba dos minutos y medio.
Ya en el famoso velódromo de Roubaix, "Espartaco" pudo levantar los brazos por segunda vez en esta gran carrera (la otra fue en el 2006).
Flecha y Hushovd llegaron a dos minutos.