Este blog está en proceso de cambio. Dicen que o te renuevas o mueres. O sea, que hay que cambiar para seguir vivo. Y no está la cosa para morirse, que el luto se vende caro.
El caso es que mientras decido qué hacer con este puñado de bytes he querido traer una fe de errores que es mucho más que un "yo yerro" al uso: para mí supone una lección de honestidad periodística.
En la prensa escrita la fe de errores o erratas es algo común. Las teclas van que vuelan y se cuela más de una be donde debió haber una uve, se escapa un cero de más o se esconde una hache de menos. Siempre. Y a veces aparece publicada la foto que no corresponde. O como no toca. El que esté libre de error que tire la primera "errita".
Sin embargo, Internet, que nos empuja a escribir más deprisa y a publicar sin pausa, es mucho menos dado a que alguien reconozca que se ha equivocado. Borra y punto. Y publica bien. Y si vuelve a haber un error lo vuelve a cambiar. Y así hasta que esté (casi) perfecto.
Ahora bien, en la noticia que publicaba el miércoles 22 de agosto elpais.com con el título "Camarón vuelve por bulerías" encontramos, al final del texto, la siguiente fe de errores: "La imagen que acompaña este reportaje fue publicada inicialmente por error invertida en sentido horizontal".
Cuando lo que nos pone es juzgar a troche y moche y poner de vuelta y media al personal en lugar de reconocer los patinazos propios, reconforta este ejercicio de honestidad.
Yo yerro, sí. Pero sé rectificar.