La noticia de la semana, en materia futbolística, ha sido la destitución de Rafa Benítez y su sustitución por una leyenda del fútbol Mundial, Zidane. Era un secreto a voces que Zidane, entrenador del Real Madrid era un escenario que la directiva blanca estaba preparando desde hace varias temporadas, el tiempo dirá si, cuando finalmente se ha consumado, era el momento adecuado. Uno de los casos que se ha recordado hasta la saciedad esta semana es el de Guardiola, que ascendió también directamente desde el filial, aunque en circunstancias muy diferentes. ¿Puede Zidane emular al técnico de Santpedor? ¿Necesita hacerlo para triunfar?
El rendimiento del Castilla, bajo las órdenes del francés, puede calificarse de aceptable, se trata de una de las mejores canteras del mundo, por lo que la cuota necesaria de talento está asegurada. Le ha tocado un cambio de generación, esto es, la subida de muchos jugadores procedentes del juvenil, es un hecho que se da cada 3-4 años, con la salvedad de que, en la planificación del Real Madrid para el Castilla no se establece que haya demasiados puentes entre una generación u otra, cómo sí que los tenía el Barça B de Guardiola. Ante este panorama, no ha realizado una revolución táctica cómo la que sí hizo el catalán pero su equipo ha sido serio y bastante sólido. Habría que haber visto si este año habría estado en disposición de conseguir el objetivo que le fue encomendado, que era el de devolver al equipo a la Liga Adelante.
En el primer equipo, lo primer que debe aportar es estabilidad, unificar al vestuario y hacer que el equipo, tanto dentro cómo fuera del campo actúe cómo tal y no como un conjunto de estrellas mal avenido. Con una plantilla de la calidad de la del equipo blanco, si se asegura una correcta actitud y se mantiene un tono físico adecuado, se deberían ganar un alto porcentaje de partidos. Se debe dejar de sufrir ante rivales inferiores, no repitiendo resultados cómo el empate ante el Málaga en el Bernabeú y se debe encauzar el rendimiento fuera de casa, que ha sido decepcionante, sobre todo tras el paso por el Levante español.
Hasta el 17 de febrero, en Roma, no tendrá su primer gran partido internacional, aunque se trate de un equipo en horas bajas, la competición europea siempre supone otra vara de medir. En Liga, el primer partido de máximo nivel será a finales del mismo mes, con el Atleti, en el Calderón. Para entonces se habrá difuminado el efecto de nuevo entrenador y se podrá empezar a ver hasta que punto puede obtener resultados inmediatos este Real Madrid con su nuevo entrenador Zinedine Zidane.