Hoy es un dia especial en la vida de este blog. En poco más de un mes cumplimos añitos (¡el blog se hace mayor!) y he decidido introducir algunos cambios de imagen y de secciones que iréis descubriendo a medida que vayáis pasando a visitarme. Y uno de esos cambios es precisamente abrir este blog a las recetas de mi prima Mar.
Los que sois habituales del Reto Cocina Regional Italiana ya la conocéis porque es asidua participante desde el principio. Para quién no, oficialmente somos primas hermanas por parte de su madre y mi padre pero Mar y yo somos como hermanas desde pequeñitas. Siempre hemos jugado juntas, hemos compartido todo lo bueno y malo que nos ha pasado en la vida y así será siempre forever and ever.
Mar es también una gran cocinera. Compartimos la misma abuela que nos transmitió el amor por la cocina tradicional y el contacto con otras culturas no ha hecho más que enriquecer los sabores y olores de su cocina. Así que no era extraño que se apuntara a un reto de cocina conmigo jejejejeje.
Pero Mar no tiene blog. Mira que le he insistido en que debería recoger sus recetas en un blog (aparte de sus cuadernos) pero por unas cosas u otras nunca se decide. Por eso hoy el cajón abre sus puertas a una de sus recetas, con la que participó en el último reto dulce, este dulce típicamente siciliano con el que nos dejó con las ganas de probarlo. ¡Aquí está por fin!
Ingredientes: 300 g harina; 2 huevos; 100 g azúcar; 1 copita licor (en mi caso brandy); 1/2 sobre levadura Royal; 25 g mantequilla derretida; 2 cucharadas de leche; 1 sobre azúcar avainillado; aceite para freír; miel; semillas de sésamo.
Preparación;:En un bol mezclar la harina, la levadura, el azúcar (los dos tipos) e ir añadiendo primero los huevos y después el licor, la mantequilla y la leche. Amasar hasta obtener una masa que se pueda manejar con las manos sin pegarse. Rectificar de harina si es necesario. Dejar reposar media hora.
Ir tomando porciones de masa haciendo pequeñas bolitas o bien hacer como un churro e ir cortando porciones de 1 cm aproximadamente.
En un recipiente a fuego muy suave, calentar la miel para que esté más líquida. Freír las bolitas de masa en abundante aceite caliente hasta que se doren. Pasarlos por la miel para que se impregnen, sacar a un plato y espolvorear con sésamo.
Según dice Mar, lo malo es que estos minibuñuelitos están muy buenos ¡¡¡y se comen como pipas!!!! En las fotos he puesto la tacita de moka como referencia para que se viera lo pequeñitos que son, porque en la otra no lo parecen tanto.
¡Pues hasta la próxima receta! ¡Esta es tu casa!