Nadie niega que en efecto haya crueldad hacia los demás animales. La hay. Ni que esa crueldad esté mal. Está mal. Pero la crueldad no es el error fundamental que reside en nuestra actual relación con los demás animales. Así lo señalaba el profesor Tom Regan:
"No deseo negar la importancia de impedir la crueldad ni desaprobar la labor de cruzada efectuada por estas organizaciones, pero debo concluir que apostar tanto en la prevención de la crueldad obscurece las cuestiones morales fundamentales y corre un serio riesgo de ser contraproducente."
Definamos La crueldad hacia los animales no se trata de un fenómeno aislado sino más bien se trata de una Si hablamos de "crueldad" estamos dando un mensaje equivocado. Como explica el profesor Regan en el artículo citado al comienzo de este ensayo, ser significa que alguien disfruta crueldad como la actitud deliberada de infligir sufrimiento sobre un individuo cuando actuamos sobre él para conseguir alguna finalidad. La crueldad es también nuestra indiferencia ante el daño que provocamos en otros individuos a pesar de tener conocimiento de ese daño.
No deberíamos confundir la crueldad con el sadismo, que sería la conducta motivada por el placer que nos provoca hacer daño a otros deliberadamente. La crueldad causa daño y sufrimiento pero su objetivo no es causarlo por sí mismo sino que lo usa como un medio para lograr otro fin. En cambio, el sadismo pretende ese daño y sufrimiento por sí mismos, sin otra finalidad, motivado por el solo placer que le supone causarlo.
A veces ambos términos se usan como sinónimos, y se confunden entre ellos, pero independientemente del uso de los términos, lo que yo pretendo diferenciar son dos fenómenos distintos, aparte de la etiqueta con los que los nombremos. En este ensayo me referiré exclusivamente al primer fenómeno, el cual he etiquetado como crueldad.
El primer problema que nos encontramos aquí es que el concepto de "crueldad" hace referencia a un estado psicológico, e incluso , y no exclusivamente moral. Ser cruel significa tener una actitud o disposición consciente de infligir daño o sufrimiento a otros. Eso significa que si alguien utiliza a otro animal sin demostrar dicha actitud psicológica entonces ya no estaría siendo cruel, con lo que ya no se podría condenar ese uso apelando a la crueldad.
El sistema especista somete a los demás animales a la condición de meros recursos y mercancías. La esclavitud es errónea por el hecho mismo de que trata aseres conscientes como si fueran objetos. Que esta esclavitud se haga de forma "cruel" es otra cuestión, que además está sujeta a interpretaciones un tanto relativas.
consecuencia del problema de fondo. El error fundamental es considerar a los animales como seres inferiores que existen para nuestro beneficio. El problema es no considerar a otros animales como sujetos de consideración moral y respetarlos como tal. La crueldad y los abusos se derivan de esta visión cosificadora sobre los animales. La crueldad sería pues un síntoma; no la causa de la violencia.Sin embargo, el hecho de que explotemos a los animales no humanos no está motivado por la crueldad. Los explotemos por , por , por ; pero no por crueldad, esto es, no porque queramos causarles sufrimiento deliberadamente sino que les hacemos daño para conseguir alguna finalidad. con el dolor y el sufrimiento que causa deliberadamente a otros.
Ese tipo de enfoque centrado en la crueldad está tan difundido debido en parte a que pertenecen a la propaganda de organizaciones bienestaristas como, por ejemplo, y AnimaNaturalis. Estos grupos corporativos llaman "crueles" a aquellas prácticas que consideran que provocan sufrimiento o mucho sufrimiento. Al bienestarista sólo le importa el sufrimiento y no se opone a la explotación y esclavitud de animales excepto en la parte que causa mucho sufrimiento.
Sin embargo, utilizar a los animales es moralmente erróneo sin importar si crueles al utilizarlos. La crueldad es un agravante pero no es el error fundamental. Cualquier utilización que hagamos de otros animales es un abuso, porque se trata de un uso no consentido y dañino contra sus intereses. Para acabar con todos los abusos, lo que hay que rechazar y denunciar es el Denunciar la crueldad no supone cuestionar ni denunciar la explotación: la utilización de animales no humanos.
Focalizar en la crueldad, lejos de ayudar a comprender el asunto, dificulta entender y reconocer la injusticia que reside en nuestra actual relación con los animales. Así, no pude evitar recordar la reflexión deHanna Arendt cuando mencionaba que Eichmann declaraba que siempre había procurado evitar la crueldad sobre sus víctimas:
"Tal y como Eichmann insistiría una y otra vez, las directrices rezaban: Se ha de evitar la dureza innecesaria. Y cuando, en el curso del interrogatorio policial, se le dio a entender que esas palabras sonaban un tanto irónicas tratándose de personas a las que estaba enviando a una muerte cierta, ni siquiera entendió de qué le estaba hablando el oficial de policía que lo interrogaba. La conciencia de Eichmann se rebelaba ante la idea de crueldad; no la de asesinato."