Comenté en su día, que poco a poco le iría dando una segunda oportunidad a muchos de los platos que he publicado hace años, y en esta ocasión el turno le corresponde a las albóndigas de carne.
Este es un plato que preparo con cierta frecuencia porque es muy socorrido, y en casa a todos nos gusta.
Las albóndigas, para que resulten ricas tienen que quedar muy tiernas y jugosas.
Para ello, es fundamental no cocerlas en exceso y otro de los "trucos" para lograr la textura suave y jugosa, es añadir a la carne un poco de cebolla picada muy fina, junto con el resto de aderezos para el adobo.
La cebolla con la cocción no se encuentra, pero las mejora mucho.
Eso si POCA COCCION para no resecar la carne.
Ingredientes
- 500 g. de ternera picada
- 250 g. de carne de cerdo picada- 50 g. de miga de pan
- un poco de leche
- un puñadito de perejil picado
- 2 dientes de ajo
- sal
- pimienta
- 1 huevo
- harina
- 1 cebolla grande
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 pimiento verde
- 1 cucharada de pimentón dulce
- vino blanco
- 2 cucharadas de concentrado de pimiento choricero o salsa de tomate casero
- 1 cucharadita de cúrcuma
Preparación
- Remojar la miga de pan en leche. Dejar que empape y escurrir el sobrante.
- Poner los dos tipos de carne en un recipiente y añadir la miga de pan, la mitad del perejil picado, 1 diente de ajo picado, sal, pimienta, 3 ó 4 cucharadas de cebolla picada muy menuda y el huevo (sin
batir).- Mezclar todos los ingredientes hasta que queden bien integrados.
- Tomar pequeñas porciones de carne e ir dándole forma a las albóndigas.
- Enharinar y freir en el aceite preciso para que no sobre. No deben de freirse en exceso, simplemente se pasan por aceite caliente para que la carne se selle, pero en cuanto cambian de color, deben sacarse, ya que luego continuará la cocción, y si se frien o cuecen mucho, resultarán secas y duras.
- Según se van dorando, sacarlas con una espumadera y echarlas en la cazuela en donde se vayan a guisar.
- Echar en el mortero 1 diente de ajo, el perejil restante y un poco de sal. Desleir con el vino blanco, y dejar a la espera.
- Picar la cebolla y pimientos y freir en el aceite sobrante de las albóndigas.
- Cuando el sofrito esté en su punto, echar el pimentón y revolver rápido para que no se queme.
- Añadir el majado del mortero, y un poco de agua y dejar cocer la salsa unos minutos para que se integren los sabores.
- Si se desea, se puede pasar la salsa en este momento por una batidora.
- Echar la salsa sobre las albóndigas y añadir el concentrado de pimiento choricero o la salsa de tomate y la cúrcuma. Si tuvieran poca salsa, añadir un poco más de agua.
- Dejar cocer 5 minutos a partir de que comiencen a hervir. Apagar el fuego y dejar la cazuela tapada otros 5 minutos y las albóndigas quedarán suaves, jugosas y tiernas. La carne picada cuece muy rápido y como he comentado anteriormente, si se cuece o se fríe en exceso, resultará una carne seca y dura.