He hablado en diversas ocasiones sobre la dieta alcalina y sus beneficios para la salud. Más que dieta alcalina, podríamos hablar de una alimentación rica en alimentos alcalinos.
La dieta con una base de alimentos alcalinizantes ayuda a desintoxicar el organismo de sustancias dañinas o tóxicas, ayuda a para perder peso y ganar energía, siendo también beneficiosa para las personas que sufran problemas digestivos, (como acidez o hernia de hiato), y contribuye a mejorar la salud en general.
A groso modo, podríamos decir que la dieta alcalina se compone de aproximadamente de un 80% de alimentos alcalinos y un 20% de alimentos ácidos.
¿Y como podemos medir la alcalinidad o acidez de los alimentos? El grado de alcalinidad y de acidez se mide a través de una escala de pH (potencial de hidrógeno), mediante una escala del cero 0 (ácido extremo) hasta 14 (alcalino extremo), siendo el 7 el valor base o neutro.

La clave de la dieta alcalina consiste en aumentar la cantidad de alimentos o productos alcalinos y reducir el consumo de los alimentos o productos ácidos. Una dieta con base alcalina es beneficiosa para la salud, ya que intenta reducir al máximo los alimentos procesados, las proteínas animales, el azúcar y la cafeína, para eliminar “toxinas ácidas”, a cambio de sumar minerales alcalinos como el sodio, potasio, magnesio y calcio.
La lista de los alimentos que más acidifican el cuerpo y favorecen la aparición de muchas enfermedades y por consiguiente deben evitarse, son los siguientes:
Azúcar refinado y todos los productos refinados y procesados en los que está incluido.
Alcohol
Tabaco
Harina refinada y todos sus derivados (pasta, pan, galletas…)
Carne
Leche de vaca y todos sus derivados
Sal refinada
Margarinas
Todos los productos procesados que contengan conservante, colorantes, estabilizantes, etc.
Por el contrario, los alimentos que ayudan a que nuestro cuerpo se mantenga en un estado ligeramente alcalino y por lo tanto, es recomendable que sean incluidos a diario en nuestra dieta diaria son:
Todas las verduras crudas (a pesar de que hay verduras que son ácidas, estas contienen las bases necesarias para que dentro de nuestro organismo favorezcan la alcalinización del medio). Cocinadas al vapor o consumidas con su agua de cocción en forma de sopas o cremas (zanahoria, apio, patatas, boniatos, nabos, lechuga, escarola, alcachofas, berenjenas, tomates, coliflor, judía verde, etcétera).
Toda la fruta cruda (el limón por ejemplo, a pesar de que es muy ácido, una vez que está dentro de nuestro cuerpo tiene un efecto alcalino). Frutas de temporada y que esté madura, (manzana, naranja, melón, sandía, melocotones, ciruelas, higos, plátano, pera, etcétera).
Cereales integrales alcalinizantes (quínoa, mijo o cebada) y/o los que sean menos acidificantes (arroz, trigo sarraceno).
Legumbres: garbanzos y judías blancas.
Aceites, semillas y frutos secos: Aceite de oliva, girasol, semillas de calabaza, sésamo, girasol, almendras, nueces.
Las plantas verdes y con alto contenido en clorofila (algas, aloe vera, etcétera). Las algas marinas además son ricas en minerales, fibra y demás nutrientes, convirtiéndolas en una atractiva propuesta para una base alcalinizante.
Fitoterapia (hierbas) alcalinizantes: el diente de león, la bardana y el te verde.
En cuanto al resto de alimentos, algunas recomendaciones básicas para hacer que la dieta tenga una base más alcalinizante o menos ácida es:
Sustituir el pan blanco y los cereales refinados por cereales integrales.
Sustituir la carne por pescado (salvaje, no de piscifactoría).
Sustituir el café por té verde.
Sustituir el azúcar por la Stevia.
Sustituir la sal común por la sal marina sin refinar o por sal del Himalaya.
Sustituir la leche de vaca (o reducirla) por leche de avena, almendras o arroz.
Sustituir el vinagre de vino por el de manzana.

Besos desde mi blog!!!